sábado, 14 de febrero de 2009

La Escandalera

LA ESCANDALERA
Hace algunos años, visitando Oviedo, sentí la curiosidad de pasear por la calle de Santa Susana, calle donde nació nuestro héroe laureado, el Cabo Noval, que también tiene su calle, paralela a aquélla. Muy cerca de allí existe la plaza del General Ordóñez, la que todos los ovetenses conocen como “La Escandalera”. Un asturiano, amigo, me dijo que el motivo de llamarla así era por los follones del “botellón”, los fines de semana. Como todo el mundo puede comprobar en los telediarios, periódicos e Internet, la escandalera que nos están brindando algunos políticos, es para sentir un poco de bochorno; porque no tiene nada de desperdicio el espectáculo de los espías; el de las cacerías, creyendo que han emulado a Berlanga en “La Escopeta Nacional”; el recitar al “Fernando”, de “Doña Francisquita”, con aquello: “Por el humo se sabe donde está el fuego,…”, pero en este caso es solamente una sutil cortina de gas que exhala un olor desagradable, cuando han descubierto el albañal que les está fermentando en sus propias narices. También les están recordando aquello de que mientras los hilillos del “Prestige” salían a flote, otros se iban de caza y pesca. Me viene a la memoria la famosa frase: “Márchese señor González,…”. Ahí, el hombre, con su perenne simpatía, estuvo sembrado. No sé si se habrán fijado que la derecha, cada vez que sospecha que existen indicios de cualquier cosa rara en contra de ella, cierra filas y se hace la famosa foto de orla, como los niños en fin de curso. Esto de la foto en grupo, a algunos comentaristas, les parece patética, y no sé porqué, cosa que a mí me parece lo más normal del mundo entre una familia que se lleva bien, que confían los unos en los otros, y todos en su líder, y lo más importante: que no se tiran dentelladas al cuello por los puestos. Los de izquierda, como son unos rojos, que quieren la redistribución de la riqueza, van por libre, y cada uno por su cuenta, y si pueden hacer una pinza, como ya lo hizo un dirigente comunista, con la derecha, ni pestañean.
La ironía es un potente analgésico, que debe tomarse a menudo, para contrarrestar las barbaridades que escuchamos, pero la discreción y el recato, a la hora de hablar de los asuntos que nos atañe, o sea, los propios, hay que aplicar el refrán: “Cuanto tus cosas más calles, menos públicas las haces”.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me enterado que están buscando enanos para el circo.

arturo dijo...

Observo, querido Juan, que tienes un "Franciscotirador" en tu blog. Curiosamente se llama Paco, el mismo nombre con que los viejos aprendices de la Historia (como tú y yo) nombramos a aquellos temibles francotiradores que se apostaban en las quebradas del Rif, hace un pico de años.
Ignoro a qué se refiere éste Don Francisco mencionando "enanos" para un circo. Debiera ser más explícito.
Me malicio que sufra un sarpullido mental por tu comentario relativo a la célebre expresión del Sr. Aznar, a quien Dios conserve al menos su clarividencia puesto que ha perdido recientemente una bicoca como consejero de un Fondo multimillonario en el que le colocó su amigo Bush en agradecimiento a los servicios prestados.
Quizá el motivo del comentario de Don Francisco sea buscarle una nueva ocupación a Don José Mª.
Y yo estoy totalmente de acuerdo con que lo consiga, porque en los tiempos que corren, no debería despreciar ese trabajo.

Unknown dijo...

Disculpen señores, pero las prisas del momento me impidieron extenderme en el comentario. La foto familiar estaba formada por enanos crecidos, también llamados exconsejeros y presidentes de autonomías. Y gracias a confidentes apostados en los tejados de calle Génova me he enterado que el partido del pueblo, dícese popular, con el siroco que flota sobre sus mentes conservadoras está pensando en dejarlo todo y unir sus esfuerzos al negocio de Rody Aragón cuya carpa se llevó otro tornado. Igualmente me informan -estoy a la espera de confirmación- que el Señor Aznar se ha hecho contorsionista y su número final consistirá en introducirse completamente por el esfínter del elefante.
Saludos a Arturo y un beso a mi padre.

arturo dijo...

El último comentario de Francisco me obliga a retirar mi anterior suspicacia.
Lo cortés no quita lo valiente.
Pido disculpas a Francisco por haber visto Turcos donde sólo había Camaradas.