sábado, 12 de febrero de 2011
sábado, 26 de diciembre de 2009
Entre el Laurel y la Gloria
ENTRE EL LAUREL Y
No recuerdo quien dijo, que después de Auschwitz, no se podía escribir poesía. Por suerte, aun pueden los poetas escribir, y recitar sus versos, como un patriota, no patriotero, con dolor y pena, por los héroes caídos, y a veces olvidados. A mi me ocurre que cuando escribo sobre ellos, mi voz, en este caso, mi palabra escrita, es individual, pero poderosa y firme, y me importa un bledo, algo así, como un carajo, las opiniones demagogas, y falaces, de algún que otro estulto. Mis palabras, no son como algunas, que se cuelan por cualquier rendija, asomando con timidez la cabeza, para poder respirar en libertad; ellas ya nacen libres, procaces o tímidas, con o sin vergüenza, desde que se forjan en mis pensamientos. Como saben el virtuosismo de la palabra, hace que los versos de amor, hacia los que dieron sus vidas por
lunes, 7 de diciembre de 2009
HACE TREINTA Y SEIS AÑOS
En septiembre de 1973, hace ahora treinta y seis años, el dictador Pinochet, ordenó asesinar, junto a varios miles de chilenos, al poeta, Victor Jara. Mientras sus verdugos, tomaban sus descansos, cuando lo torturaban en el Estadio Chile, de la capital, Santiago, en estos ratos, ensangrentado, dolorido, y con las manos rotas, tuvo tiempo de escribir estos versos desgarradores, que un amigo, guardó y más tarde distribuyó, como un valioso tesoro: “¡Ay!, canto que mal que sales/ cuando tengo que cantar espanto. / Espanto como el que vivo./ Espanto como el que muero,/ de verme entre tantos y tantos/ momento de infinito/ en que el silencio y el grito,/ son las metas de este canto/ lo que veo nunca vi,/ lo que he sentido, y lo que siento/ harán brotar el momento….”. La palabra: “sale”, del primer verso, hay quien opina que, debido a que el papel estaba muy deteriorado, era: “sabes”. Como todos los poetas, Victor Jara, transformaba en belleza, toda la mierda y la detritus asesina de la dictadura de su país, auspiciada por Nixon, el “emperador del mundo”, de entonces. Hay quien compara, por la similitud de sus muertes, con nuestro poeta Federico García Lorca, y Victor Jara; como también a Franco y a Pinochet. A ambos, como grandes tiranos, les gustaba tener la fama de liberadores, y los dos con el mismo odio hacia los comunistas. También los dos fueron “bendecidos” por
domingo, 6 de diciembre de 2009
EL AMANECER DE LAS ROSAS EN LOS JARDINES DE LA “MANQUITA”
Hace años caminaba yo por los jardines de
Aquél poeta con chapela y capa española enlazaba la prosa de vivir con la poesía de sus ensueños de orate bueno en una perfecta armonía; la suya, la de los que poseen un mundo particular. Él tenía todo lo que un poeta debe tener: una gran multitud de colores resplandecientes en el alma. La “Manquita”, la catedral malacitana, llamada así por los malagueños porque solo tiene una torre, y su jardín de la calle del Cister, ya no saludan sus rosas a aquél joven que decía que la tristeza es un muro entre dos jardines. Yo creo que era el de su inmaculada mente y el las rosas que nos sonreían cada mañana.
akí se habla, el andalú
“AKÍ ER KAHTEYANO NO LO ABLAMOH MALAMENTE, ZE ABLA BIEN EL ANDALÚ”
“Akí er kahteyano no lo ablamoh malamente, ze abla bien el andalú”. Ese es el título de un artículo, que pude leer en un periódico de Málaga. Más adelante, como una especie de entradilla, sigue: “La zoziedá pal Ehtudio´el Anadalú defiende argo que rekonoze el Ehtatuto d´Autonomía i k´ezihte kon identidá propia, como el andalú”. Cuando mi mujer me lo puso ante los ojos para que lo “descifrara”, al principio creía que era una lengua extranjera, pero apenas leí: “Akí er kahteyano…”, ¡tela marinera!, lo primero que hice fue sonreír con satisfacción. Sonreía, con satisfacción, porque hace algunos años un señor muy encopetado, me dijo que en Andalucía se habla muy mal el castellano, y aun peor, en los pueblos. Hombre, le dije, no va usted a comparar el deje de cualquier pueblo de Andalucía como el castellano que se habla en Valladolid; sería absurdo, ya que ese acento tan castellano, con sus eses y des finales, sería muy difícil que las pronunciara un niño nacido y criado en Bollullos del Condado. “Una azoziazión de vecino y treh bareh”, han optado por elaborar una guía para que sus establecimientos rotulen sus nombres en andaluz, y “an zío, komerzioh de Marxena (Zeviya), loh bareh son:
sábado, 14 de noviembre de 2009
Un partido partido en pedazos
El sentido racional que está teniendo Rajoy en esta recién estrenada legislatura, apoyando al Gobierno en temas como el terrorismo, es muy loable y debemos felicitarnos todos; incluidos los que no le hemos votado, cosa que ha producido desagrado en las filas de los conservadores de la derecha montaraz. Eso es lo que se llama ser un verdadero líder de oposición, que ha dejado atrás la bronca, los insultos y las malas formas con que le brindaron a Zapatero en estos cuatro últimos años. Recuerdo las zancadillas que le hicieron a Suárez sus mismos compañeros, obligándole a dimitir. Los restos de aquél naufragio con que construyeron el nuevo PP, fíjense que Fraga decía:”a mi derecha, nadie”, debieran guardarlo en una gran urna con antipolilla para
Yo veo a Rajoy como un único torero en el ruedo político de su partido, enfrentándose con seis miuras y también, injustamente, el que recibe todos los abucheos de sus compañeros desde el tendido siete, que es, según muchos aficionados de Las Ventas, de donde salen los insultos hacia los malos lidiadores, a pesar de haberles cortado a cada uno de ellos las orejas y los rabos.
Como dice Manuel Rivas, yo de él los pondría a todos a estudiar Educación para
Un partido de futbol entre niñosricos y niños pobres
Leyendo el último artículo: “El Balón”, de Manuel Vicent, (El País, domingo 06/09/09), refiriéndose a un partido de fútbol en un arrabal, entre niños ricos y niños pobres, mientras los pobres daban patadas a una pelota de trapo, los ricos lo hacían sobre un balón de verdad, siendo éste de propiedad de un niño rico y caprichoso, que cuando invitaba a los pobres -por lástima- a jugar un partido, y estos le iban ganando, sin mediar palabra, cogía su balón y: ¡hale, se acabó!, como el balón es mío, aquí no juega nadie. Vicent, haciendo un símil del niño rico y su balón, con la derecha española, se refiere a que este grupo político se ha creído siempre dueño del balón, cuando propiamente es el Estado el dueño del balón de reglamento, con el que todos tenemos el derecho a jugar con él, respetando las instituciones, que para el caso son ese reglamento. Dice Vicent que “cuando el PP se siente perdido, atrapado por la corrupción de algunos de sus políticos”, se cabrea y, sin inmutarse, carga contra todo lo que se menea, comportándose como el niño rico, dueño del balón: “como me estáis metiendo tantos goles, me llevo “mi” balón, ¡hale!”. El escritor castellonense dice que la izquierda debería saber –a estas alturas- que solo será admitida en el juego si conserva intacto su “acomplejamiento de okupa en el partido de fútbol”, comportándose como invitada, o a lo sumo como realquilada, respetando las reglas del amo, puesto que la derecha se siente por naturaleza la dueña de la cancha, del balón, y del árbitro”. Yo digo que cuando en España todo marcha cojonudamente, la derecha no reparte nada de beneficios, siendo todo de ella, y para ella; pero cuando va mal, como ahora ocurre en el mundo mundial, los sacrificios que los sufra la izquierda.