lunes, 5 de enero de 2009

MIOPIA O CERRAZÓN
La caspa, como todos sabemos son esas escamillas blanquecinas que a algunas personas se le forman en la cabeza, y ponen perdidas las hombreras, y aún más si llevas un traje oscuro. Otra clase de caspa es la que queda en las llagas, hinchadas, después de curadas, que tanto placer da cuando se les rasca con suavidad. Existe otra que no viene en el RAE; la llamada “caspa rancia”, o “caspa rencorosa”. La primera se puede curar con agua y algún champú acondicionador; la segunda solamente se debe esperar a que cure del todo. La tercera, es la más jodida, es la que más trabajo les cuesta a algunas personas quitarse de encima. Esta gente, con su caspa rancia está tan llena de rencor y de odio, que no se acuerdan de que han estado 40 años recogiendo sus magras catorce cosechas anuales, y ahora en su vejez, en el silo donde guarda su grano, el Estado no los ha abandonado, cosa que no hicieron los vencedores con los perdedores. Entre otras lindezas dicen: “Los perdedores, de verdugos que fueron, se han convertido en víctimas”; o: “Antes en las Cortes (franquistas, por supuesto), eran todos, para todos”, como los mosqueteros, y alguno dirá, que eran: “como Juan Palomo, yo me lo guiso, y yo me lo como”. Sobre la frase de Azaña: “Paz, Piedad y Perdón””, como son tan sutiles, no dicen (o no lo saben) que es el final de un discurso que el Presidente de la República pronunció en el Ayuntamiento de Barcelona, el 18 de julio de 1938, que entre otras cosas dijo: “(…) Que piensen en los muertos y escuchen su lección, de hombres que han caído embravecidos en la batalla por un ideal grandioso, que ahora en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, enviándonos destellos de luz; el mensaje de la Patria eterna que dice a todos sus hijos: PAZ., PIEDAD Y PERDÓN”. Este hombre encarnó los valores cívicos y laicos de la Republica, y orgulloso de pertenecer y fomentar una sociedad capaz de dotarse de instituciones libres. Y sobre la famosa frase, que publicó El Sol, de Madrid, el 14 de octubre de 1931, que muchos de sus detractores la usan para despotricarlo: “España ha dejado de ser católica”, deben seguir leyendo, o escribiendo, lo que dijo a continuación: “(…) El problema político consiguiente es organizar un Estado, que quede adecuado a esta fase nueva e histórica del pueblo español”. El golpe de estado, de Lesa Patria, que los salvadores patrioteros dieron en España, y todo lo que acarrearía después, hizo que se exiliara en Montauban, Francia, y falleciera el 3 de noviembre de 1940, en un modesto hotel, bajo el amparo de la bandera mejicana, y protegido de los nazis, y de los comandos que el “cuñadísimo” Serrano Suñer enviaba para raptarlo y fusilarlo aquí en España, como a tantos miles que mataron después de haber “liberado” a España, para hacerla “Una, Grande y Libre”. Si me lo permiten, solamente un consejo: Cuando se encuentren sentados en un banco de cualquier iglesia, recen en la PAZ del Señor, con la PIEDAD de un buen cristiano, que busca el PERDÓN de sus pecados; porque creo que ese es el mejor cepillo de bondad, de humildad, y de amor al prójimo, que sirve para quitarse de encima toda la caspa de odio inútil y rancio que para nada vale evocar en este siglo. MIOPIA O CERRAZÓN

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