sábado, 14 de noviembre de 2009

Sin memoria ni respeto

Ahora resulta que a mis años, después de sentir España como cualquiera de mis familiares y amigos, y haber jurado, hace un taco de años, fidelidad a la Bandera en Viator, no soy español. De verdad que me siento un poco alicaído, triste, apenado, y dado el día gris y lluvioso que hace, también melancólico, y todo es porque, el joven dirigente de NNGG del PP, de apellido Casado, dice que: “La inmensa mayoría de jóvenes españoles son del PP, y no lo saben”; también que: “Ser de izquierdas ya no está de moda, porque los de izquierdas son unos carcas”; y yo, tonto de mi, en qué estaría pensando, que siempre creí que los carcas eran los de derechas. O sea, que desde que pude discernir, y decantarme, por la acción política que me agrada hace años, y no identificándome con AP, y su sucesor, el PP, resulta que, según este joven aguerrido de derechas, soy un apátrida, y la vez un carca, como la inmensa mayoría de puretas de mi edad, y también de actuales chavales que no se identifican con su democrático partido, que creo son la inmensa mayoría de los universitarios de España. Pienso que para él, los actuales docentes españoles, jóvenes y viejos, todos son del PP, y si son de otra formación política, pertenecen a una organización satánica que adoctrinan los socialistas. Quizás sea porque éstos discuten, hablan, opinan, le llevan la contraria al sunsuncorda, que si son galgos o podencos, y después: vota cada uno como le viene en gana. Ellos no, porque su comportamiento nacional-católico, lleno de creencias religiosas heredadas, que muchos ni creen, se lo impide. Para este joven los que somos de izquierdas somos unos rojos que traicionamos a España, removiendo “La guerra del abuelo y las fosas de no sé quién”. Este chavalote, tan majo, tuvo su momento de gloria, su buen chute de moralina derechona, entre sus adeptos palmeros abanderados, y claro, con el increscendo en su discurso hizo el “totum-revolutum”, donde mezclaba la gimnasia con la magnesia, y las merinas con las churras, que mucha gente cree que calcó de lo que Hitler decía en la segunda década del siglo pasado, saliéndole un gran churro, por no decir, una gran cagada, y lo digo porque el desprecio que hizo hacia los hijos y nietos que buscan a sus familiares fusilados fue, por su ignorancia supina, muy triste, cosa que debiera hacerle reflexionar por el gran futuro que tendrá en el PP, porque con esas afirmaciones, seguro que llegará lejos, si es que no lo defenestran antes.

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