sábado, 26 de diciembre de 2009

Entre el Laurel y la Gloria

ENTRE EL LAUREL Y LA GLORIA

No recuerdo quien dijo, que después de Auschwitz, no se podía escribir poesía. Por suerte, aun pueden los poetas escribir, y recitar sus versos, como un patriota, no patriotero, con dolor y pena, por los héroes caídos, y a veces olvidados. A mi me ocurre que cuando escribo sobre ellos, mi voz, en este caso, mi palabra escrita, es individual, pero poderosa y firme, y me importa un bledo, algo así, como un carajo, las opiniones demagogas, y falaces, de algún que otro estulto. Mis palabras, no son como algunas, que se cuelan por cualquier rendija, asomando con timidez la cabeza, para poder respirar en libertad; ellas ya nacen libres, procaces o tímidas, con o sin vergüenza, desde que se forjan en mis pensamientos. Como saben el virtuosismo de la palabra, hace que los versos de amor, hacia los que dieron sus vidas por la Patria, se complementen recíprocamente, entre el laurel y la gloria; el laurel, la rama del honor, siempre va unido a ese sentimiento sublime, como es el amor; el héroe tiene de por sí, a la gloria ganada, la que ennoblece e ilustra una buena acción; y el sentimiento, es la perfección del poema. Cuando veía a aquél anciano, apoyado en su bastón, con su perenne sonrisa, recorrer las tumbas, en La Purísima, sabía que su semblante significaba mucho, porque siempre, una sonrisa enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la ofrece, en este caso, enaltecía al anciano, dibujándose en su cara, y en sus ojos, el resplandor de los poemas que escribía. Apenas duraba varios segundos, pero su recuerdo, jamás se me ha borrado. En los años ochenta, con algo de candidez, tuve el atrevimiento de escribir estos versos de protesta, “protestones”, como un amigo me dijo entonces, que eran: “Españoles que de Melilla habláis/ sin honor y sin razón./ Os suplico que penséis: ¡es España!,/ y como tal, lo hagáis, con el corazón”. ¡Pues eso!.

lunes, 7 de diciembre de 2009

HACE TREINTA Y SEIS AÑOS

En septiembre de 1973, hace ahora treinta y seis años, el dictador Pinochet, ordenó asesinar, junto a varios miles de chilenos, al poeta, Victor Jara. Mientras sus verdugos, tomaban sus descansos, cuando lo torturaban en el Estadio Chile, de la capital, Santiago, en estos ratos, ensangrentado, dolorido, y con las manos rotas, tuvo tiempo de escribir estos versos desgarradores, que un amigo, guardó y más tarde distribuyó, como un valioso tesoro: “¡Ay!, canto que mal que sales/ cuando tengo que cantar espanto. / Espanto como el que vivo./ Espanto como el que muero,/ de verme entre tantos y tantos/ momento de infinito/ en que el silencio y el grito,/ son las metas de este canto/ lo que veo nunca vi,/ lo que he sentido, y lo que siento/ harán brotar el momento….”. La palabra: “sale”, del primer verso, hay quien opina que, debido a que el papel estaba muy deteriorado, era: “sabes”. Como todos los poetas, Victor Jara, transformaba en belleza, toda la mierda y la detritus asesina de la dictadura de su país, auspiciada por Nixon, el “emperador del mundo”, de entonces. Hay quien compara, por la similitud de sus muertes, con nuestro poeta Federico García Lorca, y Victor Jara; como también a Franco y a Pinochet. A ambos, como grandes tiranos, les gustaba tener la fama de liberadores, y los dos con el mismo odio hacia los comunistas. También los dos fueron “bendecidos” por la Santa Madre Iglesia, y no solo sembraron sus naciones con cientos de cadáveres, sino que condenaron, bajo las botas y las armas, al silencio a millones de ciudadanos. Tal delirio “liberador” llegó a ser en España, que el Generalísimo entraba bajo palio en las iglesias; como también en noviembre de 1937, en La Coruña, el Gobernador, propuso la eliminación de la hoja del Registro Civil, donde figuraba inscrito el líder republicano, D. Santiago Casares Quiroga, nacido el 8 de mayo de 1884. Al traidor y asesino Pinochet, también como buen “liberador”, ni se inmutaba dando las órdenes de que lanzaran, desde un avión, al mar, a prisioneros políticos; y después, de unas manos “santas” recibía la comunión sin pestañear. El epitafio que mucha gente quisiera leer en ambas tumbas sería: “Aquí yace un traidor a su patria, y del presidente que lo nombró. Padre, esposo y asesino”.

domingo, 6 de diciembre de 2009

EL AMANECER DE LAS ROSAS EN LOS JARDINES DE LA “MANQUITA”

Hace años caminaba yo por los jardines de la Catedral de Málaga, en la parte que da a la calle del Cister, calle denominada así por el convento de las monjas cistercienses que se encuentra en la misma, camino de mi trabajo hacia el antiguo edificio de Correos, en el Parque, cuando un joven enlutado me abordó con una pregunta que siempre la recuerdo, por lo impronta y sorprendente que me pareció: “Señor, (me dijo), sería usted tan amable de decirle a esa rosa que sonría, por favor”. Se refería a los rosales que existen en los jardines de la puerta lateral de la Catedral en esa calle, siempre florida, imponiéndose entre todas, unas rosas que nadie se atrevía a cortar. El joven llevaba una negra barba muy poblada, que para aquéllos años, finales del franquismo, solo eran los llamados “progres” quienes las llevaban. Vestía un traje negro con una capa española, y tocado con la típica chapela. Al principio creí que algo no le funcionaba debajo de esa gran boina, pero al entregarme una cuartilla emborronada sin pedirme nada a cambio, mi sentimiento más humano se estremeció cuando me abrió lo más íntimo de su corazón; el secreto escondido en su mente juvenil y virgen con exquisito recogimiento, al leer: “Quién me diese alas como de paloma para volar al seno de la que ama mi alma”. Desde ese día, cada mañana, me esperaba apoyado en las pequeñas columnas de mármol junto al jardín para, tras el saludo, leerme uno de sus poemas, que yo egoístamente le pedía que me los firmase: “Hoy aquélla rosa está disgustada porque no la he acariciado”, me decía de vez en cuando.

Aquél poeta con chapela y capa española enlazaba la prosa de vivir con la poesía de sus ensueños de orate bueno en una perfecta armonía; la suya, la de los que poseen un mundo particular. Él tenía todo lo que un poeta debe tener: una gran multitud de colores resplandecientes en el alma. La “Manquita”, la catedral malacitana, llamada así por los malagueños porque solo tiene una torre, y su jardín de la calle del Cister, ya no saludan sus rosas a aquél joven que decía que la tristeza es un muro entre dos jardines. Yo creo que era el de su inmaculada mente y el las rosas que nos sonreían cada mañana.

akí se habla, el andalú

“AKÍ ER KAHTEYANO NO LO ABLAMOH MALAMENTE, ZE ABLA BIEN EL ANDALÚ”

“Akí er kahteyano no lo ablamoh malamente, ze abla bien el andalú”. Ese es el título de un artículo, que pude leer en un periódico de Málaga. Más adelante, como una especie de entradilla, sigue: “La zoziedá pal Ehtudio´el Anadalú defiende argo que rekonoze el Ehtatuto d´Autonomía i k´ezihte kon identidá propia, como el andalú”. Cuando mi mujer me lo puso ante los ojos para que lo “descifrara”, al principio creía que era una lengua extranjera, pero apenas leí: “Akí er kahteyano…”, ¡tela marinera!, lo primero que hice fue sonreír con satisfacción. Sonreía, con satisfacción, porque hace algunos años un señor muy encopetado, me dijo que en Andalucía se habla muy mal el castellano, y aun peor, en los pueblos. Hombre, le dije, no va usted a comparar el deje de cualquier pueblo de Andalucía como el castellano que se habla en Valladolid; sería absurdo, ya que ese acento tan castellano, con sus eses y des finales, sería muy difícil que las pronunciara un niño nacido y criado en Bollullos del Condado. “Una azoziazión de vecino y treh bareh”, han optado por elaborar una guía para que sus establecimientos rotulen sus nombres en andaluz, y “an zío, komerzioh de Marxena (Zeviya), loh bareh son: La Paraíta, Er Jaleo i Er Bul-laero”. Y ustedes se preguntarán a qué viene toda esta jerga, que para algunos es una jerigonza. Verán: viene a cuento, porque no creo que nadie cuestione que ese lenguaje, que mucha gente en nuestra ciudad, crisol de todas las regiones de España, y parte del Rif (Marruecos), también se chamulla a medias, es tan español como el que se habla en Badajoz, o Jaén, por ejemplo. Otra cosa es el que algunas personas, con su semántica, y muy de: “aquí estoy yo, con mi educada retranca, porque soy muy leído y estudiado”, nos quieran endilgar una lengua, porque en la ciudad lo hablen la mitad de sus habitantes; aun a sabiendas de que es un lenguaje extranjero, eso si, protegido por nuestras leyes e instituciones, (art. 5º-H de nuestro Estatuto), y que el único que saldría ganando con ello sería Mohamed VI, ayudado por los quintacolumnistas. Quizás, no sé, a lo mejor, pudiera ser, que con estas opiniones recojo fobias, como cuando me recomendaron que me tomara un vasito de leche y me acostara. Yo, lo siento mucho pero, como humilde escribidor que soy, me importa un bledo (léase el taco que más le agrade) esas fobias y aversiones que puedan tener hacia mi persona.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Un partido partido en pedazos

El sentido racional que está teniendo Rajoy en esta recién estrenada legislatura, apoyando al Gobierno en temas como el terrorismo, es muy loable y debemos felicitarnos todos; incluidos los que no le hemos votado, cosa que ha producido desagrado en las filas de los conservadores de la derecha montaraz. Eso es lo que se llama ser un verdadero líder de oposición, que ha dejado atrás la bronca, los insultos y las malas formas con que le brindaron a Zapatero en estos cuatro últimos años. Recuerdo las zancadillas que le hicieron a Suárez sus mismos compañeros, obligándole a dimitir. Los restos de aquél naufragio con que construyeron el nuevo PP, fíjense que Fraga decía:”a mi derecha, nadie”, debieran guardarlo en una gran urna con antipolilla para la Historia, y dejar que trabaje, con los tiempos modernos, la savia joven de la democracia, que los hay muy buenos. Por el bien de esta democracia, yo espero que Rajoy aguante los embates de esa desbandada, porque una oposición fuerte y unida es la que necesita España, y no el circo que le tienen montado, donde le están creciendo todas las personas bajitas –enanos, con perdón-, como el que vemos en televisión en la calle Génova, con insultos, pancartas y broncas a los moderados, como lo es Gallardón, que más bien se parece a las ocho manifestaciones que le montaron a Zapatero en la anterior legislatura, donde se podían ver a obispos y curas con gorras para el ardiente sol. Son los mismos que lo vitoreaban, y las mujeres que besaban su sonrisa barbada, llena de afabilidad, y aplaudían a su “niña” en los mítines de hace pocos meses.

Yo veo a Rajoy como un único torero en el ruedo político de su partido, enfrentándose con seis miuras y también, injustamente, el que recibe todos los abucheos de sus compañeros desde el tendido siete, que es, según muchos aficionados de Las Ventas, de donde salen los insultos hacia los malos lidiadores, a pesar de haberles cortado a cada uno de ellos las orejas y los rabos.

Como dice Manuel Rivas, yo de él los pondría a todos a estudiar Educación para la Ciudadanía.

Un partido de futbol entre niñosricos y niños pobres

Leyendo el último artículo: “El Balón”, de Manuel Vicent, (El País, domingo 06/09/09), refiriéndose a un partido de fútbol en un arrabal, entre niños ricos y niños pobres, mientras los pobres daban patadas a una pelota de trapo, los ricos lo hacían sobre un balón de verdad, siendo éste de propiedad de un niño rico y caprichoso, que cuando invitaba a los pobres -por lástima- a jugar un partido, y estos le iban ganando, sin mediar palabra, cogía su balón y: ¡hale, se acabó!, como el balón es mío, aquí no juega nadie. Vicent, haciendo un símil del niño rico y su balón, con la derecha española, se refiere a que este grupo político se ha creído siempre dueño del balón, cuando propiamente es el Estado el dueño del balón de reglamento, con el que todos tenemos el derecho a jugar con él, respetando las instituciones, que para el caso son ese reglamento. Dice Vicent que “cuando el PP se siente perdido, atrapado por la corrupción de algunos de sus políticos”, se cabrea y, sin inmutarse, carga contra todo lo que se menea, comportándose como el niño rico, dueño del balón: “como me estáis metiendo tantos goles, me llevo “mi” balón, ¡hale!”. El escritor castellonense dice que la izquierda debería saber –a estas alturas- que solo será admitida en el juego si conserva intacto su “acomplejamiento de okupa en el partido de fútbol”, comportándose como invitada, o a lo sumo como realquilada, respetando las reglas del amo, puesto que la derecha se siente por naturaleza la dueña de la cancha, del balón, y del árbitro”. Yo digo que cuando en España todo marcha cojonudamente, la derecha no reparte nada de beneficios, siendo todo de ella, y para ella; pero cuando va mal, como ahora ocurre en el mundo mundial, los sacrificios que los sufra la izquierda.

Hay que predicar con el ejemplo

La adolescencia, y juventud, transcurridas durante el periodo de la dictadura, para algunos de mi edad, fue algo severo: “Hijo, tú nunca te metas en política, ni te apuntes a ningún partido”, me decía mi abuela. Quienes podían hablar de política eran los políticos, o sea, los “jerifaltes” del régimen; y quienes osaban hacerlo en las siniestras trastiendas de la dictadura, a escondidas, claro está, o los fichaban por rojos, o los encerraban en la cárcel. Y si te hacías amigo de personas de dudosa afinidad política, tus jefes, te decían que eras un “rojete alborotadillo”, cuando realmente eras un fiel cumplidor de tu trabajo, con un inmaculado expediente. Otros, cuando te veían con un libro, o periódico, debajo del brazo, te decían que eras un “sobaco ilustrado”. Y cuanta razón llevaban, porque algunos de esos libros, forrados con papel de estraza, eran de poetas mal vistos por el régimen, como Antonio Machado, que leías, con un ojo avizor, en los vagones del metro, o en tu cuarto realquilado: “Se le vio, caminando entre fusiles,/ por una calle larga,/ salir al campo frío,/ aun de madrugada./ Mataron a Federico/ cuando la luz asomaba./ El pelotón de verdugos/ no osó mirarle la cara./ Todos cerraron los ojos;/ rezaron: ¡ni Dios te salva!. / Muerto cayó Federico/ (…)”. Muerto Franco, cuando el advenimiento de la democracia, los que ya éramos adultos, y con unas grandes dosis de candidez, y de romanticismo, nos sentimos como agraciados, aunque con la pena de que fuese por la herencia de la sangre, el sudor, y muchas lágrimas, que nos dejaron nuestros mayores por el camino. Entonces todo el mundo creía en el espíritu de servicio que todo político debe tener al ocupar un cargo público, sea en el gobierno o en la oposición. En la actualidad el espectáculo tan bochornoso que algunos de ellos nos están brindando a la ciudadanía, es de una desfachatez, rayana en la desvergüenza supina. El ejemplo, sin nombrar el chaparrón que le está cayendo a diario al PP, el alcalde de Alcaucín, pueblo cercano a Vélez Málaga, ya no pertenece al PSOE, sus dirigentes, fulminantemente, le han dado puerta por su detención al ser imputado en una trama de hechos delictivos. Al de Alhaurín el Grande, del PP, el que dijo que estábamos en la república bananera de Zapatero, en vez de hacer con él igual, un compañero suyo dice que es “una persecución política del PSOE, en connivencia”, pero no dice con quién es esa connivencia. Todo esto de mirar la paja en el ojo ajeno y no darse cuenta de la viga que se lleva en el propio, viene a cuento cuando aquél mal estudiante que enumerando, a petición del profesor, las propiedades características del sulfhídrico (azufre e hidrógeno) al buen tuntún vino a decir que era un ácido de olor agradable, y como el profesor, asombrado, porque ese ácido huele a demonios, o a huevos podridos, le pasase una muestra por la nariz, el estudiante cínico y caradura, con teatral delectación, como si oliera un bizcocho, relleno de crema, exclamó: “¡Y a mí, que me gusta..!”.

Mi opinión sobre el Levantamiento del Stio de Melilla (1775)

Hace unos días se celebró el 233 aniversario del Levantamiento del Sitio, y como era lógico y natural, los de CpM no han acudido al evento. No sé, pero creo que ese gesto les honra, a ellos solamente, claro está, y no acuden quizás porque fue una derrota del Sultán Mohamed, y de sus hijos Alí, y Maimón. Nuestra bandera, como dice Imbroda, “nos da amparo, y es como un manto a todos los melillenses”, y yo pregunto: ¿de verdad que se consideran españoles?, porque melillenses si que lo son, si es que tienen la nacionalidad española, y no como algunos que poseen las dos, como aquello de estar en Pinto y en Valdemoro, o en Beni Enzar y en la Hípica, o también en las Verdes y en las Maduras, que más bien en estas últimas. El Presidente dice que ese acto se celebrará “hasta que los melillenses quieran, aunque los que después sigan gobernando tendrán que seguir haciéndolo porque este acto no se puede terminar”. La tradición, la convivencia, y la Historia (ésta, con mayúscula) jamás debemos apartarlas de nuestra vida diaria; porque son las nuestras, tan españolas, como las fallas valencianas, o la Feria de Abril sevillana, sin aditivos extraños, provenientes del otro lado de Beni Enzar, que las hacen ser descafeinadas para muchas miradas ignorantes, algunas capciosas y descalificadoras desde esta otra orilla peninsular; como algunos programas de TV, donde únicamente sacan la inmigración y los barrios del arrabal, como los del Príncipe Alfonso, La Cañada de la Muerte, o el de Los Cuernos, omitiendo lo que los distintos gobiernos del Estado, en todas las épocas, han invertido en la Ciudad, y que los locales, con sus tiras y aflojas, dimes y diretes, han llevado a cabo como mejor han podido, resultando lo que hoy podemos disfrutar en nuestras calles.

Aunque sea “un acto oficial, y a veces, al margen de la vida cotidiana”, para mucha gente no nos valen disculpas hacia nadie, y mucho menos a los que son representantes de los que los han votado; cosa que si un político acude a ella, que sea en representación de su partido, o sea, de esos miles de personas, y no ir sola y de “esquinilla”. Porque ya me gustaría saber si la representante del PSOE acudió en representación de su partido o fue por propia iniciativa personal, que también es de admirar.

El señor Aznar, ¡ay!, señor José María, patético héroe de Perejil, el mejor Presidente de la democracia, según los suyos, aun siente de veras que hizo lo que debía, al enviar tropas a Irak, a pesar del gran clamor de toda España donde le decían, ladrando el rencor por las esquinas: “¡No a la guerra!”. Según este señor: “En Irak hay libertad, seguridad no idílica, pero buena”. Pienso que alabando la virtud, como es la discreción, Salomón dijo: “Quien guarda su boca, guarda su alma”. Y en nuestro refranero se suele decir: “Yo sé que me sé, mas esto callarlo he”.

La placidez en el franquismo

La anciana, con su exquisita bondad de madre sufridora por la muerte de su único hijo, fusilado en la guerra del 36, le hacía ser una viejecita de belleza trágica. Su marido, un aragonés culto y noble de espíritu, era el guardián de sus temerosos silencios en el hogar. Eran unos de tantos profesores depurados que daban clases en sus hogares, y que hablaban inglés, francés y ruso. Muchas tardes, sin haber almorzado, por carecer de dinero para comprar comida, ella rascaba las cuerdas de un viejo violín y él la acompañaba aporreando un piano vertical. Eso sí, esto lo hacían, plácida y sosegadamente, pero con mucha hambre. También pertenecían a un grupo de clac, donde acudían una vez al mes al teatro para ver siempre las reposiciones de zarzuelas. En el mismo rellano de escalera vivía una mujer octogenaria, que decían que en su juventud había sido una hermosa cupletista. A esta señora se le iban yendo poco a poco las palabras, que jamás volvían, llegando al mutismo que le impuso el señor Alzheimer. Al atardecer se le podía ver, como un galgo con sus huesos destartalados por el reúma, del brazo de sus vecinos profesores pasear, con el mordisco del hambre en su estómago, también plácida y sosegadamente, por el Barrio Chino. A ella le fusilaron a su marido por pertenecer a un sindicato, pariéndo un hijo póstumo al acabar la guerra, y que a los pocos meses murió, con mucha hambre; también el angelito, muy tranquilito, se fue al limbo, plácida y sosegadamente. Decía que el vacío que le quedó era su cámara sagrada, ningún hombre clavaría jamás su arpón. En las clases el profesor decía que los niños hospicianos de Teruel tenían una característica, y era que todos iban rapados al cero salvo un mechoncito en la frente. Él era asiduo de tertulias en la trastienda de una librería, donde solo se hablaba de poetas y de poesía, (eso decían). También era visitada por señores muy trajeados que solo buscaban libros “prohibidos”. Un tertuliano con las arrugas de sabiduría bondadosa, solía decir que hay quien tiene la fe en lo más profundo: en el vacío, en la nada, y otros creen en Dios, por si acaso. También comentaba que Franco primero hizo trizas a España, convirtiéndola en su cortijo; más tarde, plácida y sosegadamente, creó los pobres, y la señora Mercedes Sanz de Bobadilla, esposa de Onésimo Redondo, inventó el Auxilio de Invierno, que más tarde sería el famosísimo Auxilio Social. Muy cerca del lugar de sus paseos existía una “clínica” donde inyectaban las famosas “Wasserman”; inyecciones que servían para curar las enfermedades venéreas que los hombres se contagiaban en las casas de citas donde existían “rincones de amor cortés”. Decía entonces que muchas mujeres chillaban mucho porque eran de orgasmo contenido. El jadeo placentero como era un pecado mortal, solo lo hacían las putas. Eran los años en que cuando a alguien se le caía un trozo de pan al suelo, solía darle un beso antes de metérselo en la boca; el aragonés lo hacía cada vez que se le caía un libro, porque para él los libros sí que eran sagrados. Con su gracia andaluza comentaba que en las alocuciones del General Queipo de Llano en Sevilla, durante la guerra, había un anuncio que decía: “Oh, qué lindos colores, Tintes Revi, son los mejores”. Con esa sutileza de estas tierras, decía que era el propio general quien apostillaba su alocución política con ese anuncio. Éste andaluz, profesor depurado, encarcelado y vigilado por rojo, pasaba hambre y enseñaba a engañarla con el estudio y la cultura; haciendo historia, para que hoy en día los historiadores puedan hacer disquisiciones (sic) sobre lo que ocurrió en la grata, sosegada, tranquila y apacible dictadura de Franco, que tanto gustó al señor Oreja. Y a mi que éste señor, con esa barba de abuelito de Heidi, siempre me ha parecido tranquilo, sosegado, grato y apacible. Aunque me haya pasado un pelín con respecto al espacio, no quiero dejar en el tintero que el Yahya ese, por la parte que me toca, sea nombrado: ¡¡ PERSONA NO GRATA !! en nuestra ciudad.

Una opinión sobre el laicismo

El laicismo, según nuestra RAE, es la estricta separación entre las instituciones del Estado y las iglesias, u organizaciones religiosas, por lo tanto laico es el adjetivo que se le aplica a la persona independiente de cualquier organización religiosa. Como alguien muy bien dijo en estas páginas: “Ser laico no equivale a sentir fobia contra lo sagrado, ni mucho menos, obliga a fusilar curas o a incendiar iglesias”, frase que yo le añadiría, para ser un tanto equitativa con su final, que por cierto está de más, el obligar también a gente, pistola en mano, cantar el Cara al Sol, Viva Cristo Rey, dar aceite de ricino a mujeres peladas a rape, y fusilar en las cunetas a personas inocentes; y todo ello por el hecho de no asistir a misa, o ser de izquierdas, o sea, ser un rojo. Hay quien piensa que la ciencia es más importante que los prejuicios y las supersticiones de cualquier religión, ya que dentro de una educación laica y pública solamente se pueden transmitir conocimientos científicos y principios constitucionales: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Decía Manuel Vicent, que “La Iglesia en España tiene aun mucho poder. Es propietaria de nuestro cerebro límbico, donde residen todas las emociones que nos han inoculado antes del uso de la razón, antes de que supiéramos algo del bien y del mal, el cielo y el infierno, el miedo y la muerte, los dogmas del catecismo, las patrias, los símbolos, y las banderas. Todo ello amasado con los aromas, sonidos y sabores de los sentidos en estado de naturaleza cuando aun no se habían desarrollado. Es un disco duro que la Iglesia transmite a través de la educación; un bocado que no está dispuesta a soltar”. Yo creo que la cultura tiene su propia ideología, y ésta no puede ser otra que progresista, y nunca impuesta, y mucho menos mirando al pasado acabado. Decía Quevedo que el tiempo no vuelve ni tropieza; por eso si el cambio de nombres de algunas calles de nuestras ciudades de su antigua toponimia, se adapta a la Memoria Histórica, produce alguna que otra ampolla, habría que usar el ungüento mágico llamado: Democracia.

Sin memoria ni respeto

Ahora resulta que a mis años, después de sentir España como cualquiera de mis familiares y amigos, y haber jurado, hace un taco de años, fidelidad a la Bandera en Viator, no soy español. De verdad que me siento un poco alicaído, triste, apenado, y dado el día gris y lluvioso que hace, también melancólico, y todo es porque, el joven dirigente de NNGG del PP, de apellido Casado, dice que: “La inmensa mayoría de jóvenes españoles son del PP, y no lo saben”; también que: “Ser de izquierdas ya no está de moda, porque los de izquierdas son unos carcas”; y yo, tonto de mi, en qué estaría pensando, que siempre creí que los carcas eran los de derechas. O sea, que desde que pude discernir, y decantarme, por la acción política que me agrada hace años, y no identificándome con AP, y su sucesor, el PP, resulta que, según este joven aguerrido de derechas, soy un apátrida, y la vez un carca, como la inmensa mayoría de puretas de mi edad, y también de actuales chavales que no se identifican con su democrático partido, que creo son la inmensa mayoría de los universitarios de España. Pienso que para él, los actuales docentes españoles, jóvenes y viejos, todos son del PP, y si son de otra formación política, pertenecen a una organización satánica que adoctrinan los socialistas. Quizás sea porque éstos discuten, hablan, opinan, le llevan la contraria al sunsuncorda, que si son galgos o podencos, y después: vota cada uno como le viene en gana. Ellos no, porque su comportamiento nacional-católico, lleno de creencias religiosas heredadas, que muchos ni creen, se lo impide. Para este joven los que somos de izquierdas somos unos rojos que traicionamos a España, removiendo “La guerra del abuelo y las fosas de no sé quién”. Este chavalote, tan majo, tuvo su momento de gloria, su buen chute de moralina derechona, entre sus adeptos palmeros abanderados, y claro, con el increscendo en su discurso hizo el “totum-revolutum”, donde mezclaba la gimnasia con la magnesia, y las merinas con las churras, que mucha gente cree que calcó de lo que Hitler decía en la segunda década del siglo pasado, saliéndole un gran churro, por no decir, una gran cagada, y lo digo porque el desprecio que hizo hacia los hijos y nietos que buscan a sus familiares fusilados fue, por su ignorancia supina, muy triste, cosa que debiera hacerle reflexionar por el gran futuro que tendrá en el PP, porque con esas afirmaciones, seguro que llegará lejos, si es que no lo defenestran antes.

El efecto lavativa promovido por Papuchi

Si me lo permiten les diré que hoy me siento muy feliz, y cuando uno se siente lleno de dicha, es porque cree que ha hecho algo bueno. Primero: porque mis artículos de los Personajes y Héroes, que contribuyeron a que Melilla siga siendo española, y su cultura occidental, de sombra y ampare, con nuestra Carta Magna, a cuatro religiones distintas, son la base para que exista un debate entre personas civilizadas. Segundo: porque están sirviendo de “efecto lavativa”, como si fuese algo terapéutico para las tripas, y vías urinarias, mayormente para los que están estreñidos de rencor y de victimismo; y eso, ni que decir tiene, es estupendo. Por ejemplo: una lavativa de 1 litro de agua, de alguna hierba aromática, a 37º, que es poco más o menos la temperatura del cuerpo, introducida por el anillo de cuero, ergo ano, hace el efecto como el de alguien que ha soltado toda su demagogia peyorativa en estas páginas, llamándonos a algunos melillenses: “estopiñanos de pedigrí”, por lo de D. Pedro de Estopiñán; “colegas de genes segregacionistas”; algo así como que somos racistas de mierda, pero en fino. Según algunas personas mis artículos sobre esos héroes son como el Código Morse, donde vierto mi frustración; y yo les contesto que tendrán que joderse un tiempo, porque Melilla tiene un buen número de personajes ilustres, que trabajaron, y héroes que dieron sus vidas, para que ese alguien pueda decir lo que dice en estas páginas; así que hay “Personajes”, para rato. Si, como dicen que, algunos melillenses, de origen rifeño, marroquí, (que yo no entiendo porqué dicen amazigh, cuando de toda la vida han sido rifeños) tienen que emigrar para buscarse la jala fuera de la ciudad, ya los hubo, y siguen habiéndolos, de origen peninsular, español, que también lo hicieron, y siguen haciéndolo para poder vivir, y siempre con la dignidad de buen español y melillense, llevando, por donde van, sin chauvinismo alguno, nuestra ciudad como abanderada. Si, en mis artículos, digo que debemos mantener la cultura occidental en la ciudad, tengo todo el derecho de decirlo, porque me da la gana. Y haciendo un poco de pedagogía, también, humildemente, escribo para los que ignoran y puedan debatir, consultando datos, con coherencia y educación, pero sin faltar el respeto a nadie, como es: llamarnos racistas cada vez que su absurdo victimismo rebose de rencor, cosa que particularmente a este que les escribe, ese rencor, y ese victimismo le importa un carajo. Como alguien dice que soy uno de los “articulistas oportunos”, que recurro a la Historia, para “manipular datos, y hechos históricos, y percibo un sueldo fijo”, por favor, le ruego a la persona que esté al corriente que me diga: quiénes, donde, como y cuanto jurdó me ingresan. Lo digo por Hacienda.

D. Francisco de Quevedo y Villegas, aparte de que fue un poco pendón, y un defensor de nuestra cultura, española, por supuesto, respecto a lo escatológico que me refiero al principio, sobre el “efecto lavativa”, decía: “Spiracula culi foctida el iterata juvent ventren”; que en el idioma que nos trajo, e implantó, hace ya 512 años, D. Pedro de Estopiñán y Virués, que tan denostado está por ciertas personas, dice: “Las respiraciones hediondas del culo reiteradas alivian el vientre”. Yo también digo, y proclamo, a viva voz: ¡¡Viva la Paz!!, por supuesto, ¡joder!. Tahar Ben Jelloun en su libro: “Papá, ¿qué es el racismo?”, responde a una niña de 10 años de una manera pertinente, para una cría de su edad. Yo contestaría en Román Paladino, no a la niña, por supuesto: “¿Qué quieres que te diga?, es como la homofobia que existe en más de ochenta países islámicos, donde persiguen a los mariquitas y a las lesbianas, o el maltrato a las mujeres que apedrean, lapidándolas, porque se han acostado con otro hombre que no es su marido, clasificándolas a todas como seres inferiores. Imagínate tú un gran río de mierda licuada donde cada día abrevan un montón de cabrones intolerantes. Eso es el racismo, corazón mío”.

Un jamon en el cielo

Dice Manuel Vicent que los protestantes se relacionan con Dios de forma íntima y personal, todo lo contrario a los católicos que lo hacen ineludiblemente, a través de un cura, en el confesionario. Si un protestante comete un pecado muy chungo, grave en este caso, la culpa y el perdón lo convertirán en un neurótico, con unos dolores en cabeza, de caballo, como si alguien se la apretara con una gran tenaza, hasta que se le olvidara de respirar. En cambio, un católico, puede robar, matar, violar, y seguir llevando una vida disoluta, porque cuando la está palmando en una cama, un cura le absuelve, dándole un pase para ser recibido en el reino de los cielos, por un coro de angelitos, como si el tío no hubiese hecho nada aquí en la tierra. Por eso al cura católico hay que tenerlo siempre a mano, como una especie de enchufe, o momio, como garantía de salvación. Yo conocí a un viejo, que poco antes de dejarnos, un cura le regaló un crucifijo, y al preguntarle por ese motivo, dijo: “Puede ser que haya algo por ahí, y me sirva de salvoconducto para llegar a mi esposa, que hace pocos días murió”. Si esta misma situación religiosa es trasladada a la vida pública, todo eso de la corrupción también es distinta, según se trate de un país católico o luterano. La democracia, como todo el mundo sabe, es un sistema hecho para sacar toda la mierda a la superficie, mediante la libertad de expresión, y por medio de los periódicos, incoloros e inodoros. Aunque tampoco hay que tirar cohetes, mientras las bombas de achique funcionen a la perfección. Los protestantes, que no son idiotas, saben que los humanos tienen las manos muy largas, y tarde o temprano la meterán en la caja, de modo que garantizan toda la pasta de forma que nadie pueda guindar un céntimo. Ellos siempre tienen a varios vigilando el jurdó publico, y si lo pillan caerá fulminado por un rayo justiciero, y allá se las entiendan con Dios. En un país católico, donde la gente, con convicciones de con una mínima penitencia. Sin ir mas lejos, ahora en España, se pueden ver dándose un garbeo, como cadáveres vivientes, unos políticos llenos de mierda por la corrupción, que andan a la espera de ser absueltos por las urnas para volver a apoltronar sus grandes culos en sus poltronas (con redundancia), para volver, entre aplausos de sus fieles palmeros; como el cura que, en plena agonía, confiesa y absuelve al creyente de cualquier crimen, para que este pueda entrar en el reino de los cielos, con un jamón, y una botella de Rioja, en las mil años de confesionario, las cabronadas pueden ser perdonadas manos, para invitar a todos los colegas que le precedieron.

Juan J. Aranda

Yahya

YAHYA, EL BARRANCO DEL LOBO, Y SU CHARLA COLOQUIO

En este periódico, del domingo 8 de noviembre, leo la noticia de que el alcalde de Beni Enzar-Farhana, Yahya, va colocar un monolito, en “reconocimiento de los héroes marroquíes (rifeños) frente a aquéllos que quisieron colonizarlos”. También se refiere, según él, cuando el 28 de diciembre de 1909, se le infringió “una grave derrota al ejército español en el Barranco del Lobo, en el que murieron 800 españoles, y el General que estaba al mando, D. Guillermo Pintos”. Según las hemerotecas fueron 150 muertos y casi 600 heridos. Igualmente quiere organizar una charla coloquio, en la que esté presente, entre otras personas, la historiadora, María Rosa de Madariaga, y Mustafá Ktri, ilustre personaje de los Antiguos Combatientes del Ejército Marroquí. Dice que todo va a ser como “un homenaje a aquéllos combatientes que realizaron la gesta de la victoria en el Barranco del Lobo sobre el Ejército Español en la Guerra de África de 1909”. Yo me hago varias preguntas: ¿Quiénes han sido los lumbreras que han elegido a semejante masca-brevas, Presidente de la Comisión de Amistad Hispano Marroquí de los Senados de ambos países?; porque igualmente hubiera sido también Presidente de los Bollos con Manteca. A mi me agradaría preguntarle, por ejemplo, cuando el 7 de julio de 1909: Mohamed Mizzián, Chandly, de Mazuza, Abdelkader, de Beni Sicar, Al Cal de Beni Sidel, Mohan Mizzián, de Beni Bugafar, y Omar, de Mtalza, con su fogosidad, y odio a los españoles, porqué animó a todos ellos a la lucha, sin piedad, contra el infiel. Lamentablemente, dos días después, el 9 de julio, (calle en el Real), esa lucha sin piedad se materializó con los asesinatos, a sangre fría, de los indefensos obreros de la línea del ferrocarril, en la 2ª Caseta: Emilio Esteban, Cristóbal Sánchez, Salvador Pérez, y Tomás Almeida. También, a mucha gente nos gustaría saber si en esa charla-coloquio, se comentará cuando el 29 de septiembre de 1909, a las 7,55 horas de esa mañana, un oficial con seis soldados de la Disciplinaria, plantaron la bandera española, y las salvas de alegría disparadas desde el Cerro de Camellos, naciendo la famosa jota: “Hoy la Virgen del Pilar/ nos dio valor y salud/ para poder escalar/ el alto del Gurugú”. Y sobre la muerte del glorioso General D. Guillermo Pintos Ledesma, sabe muy bien que murió por una bala traicionera de uno de los muchos franco-tiradores que se apostaron en esas rocas, dando fama al lugar donde cayó como: “La Piedra Pintos”.

También deberá comentar la horrenda muerte que tuvo el Pretendiente Yilali Ben Salem Dris Mohamed el Zherumi, “Bu Hamara”, también llamado “El Hombre de la Burra”, amigo de España, cuando cayó en las manos del Sultán, Muley Hafid, por ser eso, su Pretendiente. También hablar del art. 4º del Convenio de 1894, en el que autoriza Marruecos a España para ocupar parte de los límites fronterizos de Melilla, en evitación de los desmanes que pudieran hacer los belicosos fronterizos, que no respetaban ni al Sultán, ni al mismo Roghi, quien era de lo más sanguinario con sus prisioneros. Por lo tanto los que atacaron a las tropas españolas en el Gurugú, no eran tropas regulares del Ejército de Marruecos, sino los sicarios de los que se reunieron el 7 de julio para dar muerte a los “españoles infieles”.

Juan J. Aranda

jueves, 12 de noviembre de 2009

sábado, 25 de julio de 2009

una de pasodobles

UNA DE PASODOBLES
Si en la actualidad, alguien me preguntase si aún soy músico, le contestaría: que en parte, solo a medias, y con pesar. Pero en el solfeo, es como montar en bicicleta, que jamás se olvida; pero la práctica de cualquier instrumento, si no se machaca diariamente, llega el momento de perder la embocadura, como a mi me ocurrió con el trombón. Pero ahora, eso si, la afición a escuchar una partitura que te gusta, mientras lees, escribes, trabajas, o conduces tu coche, hay que reconocer que es una gozada. Yo, como ya tengo una edad, que si observo un cuadro, un edificio modernista, de los muchos que existen en nuestra ciudad, o un paisaje bucólico de río que discurre en una arboleda quieta, siento una verdadera felicidad. Pero también siento extrañeza, dándome que pensar, que alguien pueda confundir un genocidio, que es el exterminio sistemático de un grupo social (personas) por motivo de raza, de etnia, de religión, de política, o de nacionalidad, por la afición a la mal llamada: “fiesta nacional”, como son los toros. Y si después de llamar a esos aficionados a la “fiesta”: “chusma nacional e internacional”, recomendándole una cura psiquiátrica, le endiña a uno de ellos: “un cordial y afectuoso saludo”, pienso que no concuerdan, no casan las definiciones; claro que lo cortés no quita lo valiente, aunque a alguien con una mente guasona, le pueda parecer una burla fina y disimulada, que para el castellano de a pie, es una pura, y dura, ironía. Como al principio les decía, y también escribo estas líneas sobre la “fiesta nacional”, (manda huevos, como diría el del “Yak”, porque eso si que es una ironía), estoy escuchando: “Pan y Toros”, y si me da tiempo, seguiré con “El Gato Montés”, “Frascuelo”, “España Cañí”, “La Gracia de Dios”, y para rematar la audición me deleitaré con “Suspiros de España”, que como sabrán es una marcha militar, como todos los pasodobles, que se interpreta en compás de 2/4, en “allegro moderato”, pero si se hace “andante”, suena como una zambra, que es lo que algunas personas debieran escuchar más a menudo.
Sin que este humilde escrito sirva de polémica, diré que todos los animales irracionales, como son seres vivos, iguales que los árboles, y todas las demás plantas que nos dan vida, debemos respetar y cuidar. Dado que los españoles somos tan especiales para los refranes, sabrán que existe un refrán, que los vegetarianos no aprobarían, pero como no tiene demasiada importancia, léanlo con algo de eufemismo: “Ni te las quito, ni te las cuento; pero trece maravillas salen de un puerco”. Cuéntenlas, y ya me dirán, si las han catado alguna vez, incluidos los amantes de los seres vivos irracionales.

domingo, 19 de julio de 2009

EN MEMORIA DEL CAPITÁN DE ARTILLERÍA DON ALFREDO ROGERS MATHI
Hablando con un buen amigo, me comentaba, que ha visitado la exposición expuesta en el Casino Militar con motivo de la “Guerra de Margallo” o “Guerra del 9”. Esto me hizo recordar que, según la revista nº 2 de “España en sus Héroes”, el día 20 de julio de 1909, hace ahora un siglo, el Capitán de Artillería, don Alfredo Rogers Mathi, jefe de la Batería de Montaña de la 3ª Brigada, cayó heroicamente en combate, en la 2ª Caseta. Pero comprobando la relación de los que están clasificados, que son nueve mil trescientos cincuenta y seis (9.356) héroes que hay enterrados, y clasificados por sus nombres y apellidos, en el Cementerio de la Purísima, este héroe fue “muerto por arma de fuego el 28 de julio de 1909”.
Esto es solo una anécdota de transcribir un número, que apenas tiene importancia; pero la que sí la tiene son esos miles de muertos, enterrados y clasificados, que mucha gente parece ignorarlos en estos tiempos. Para otros, cargados los ojos de lágrimas encerradas, es como una vieja rosa roja, que aun conservamos fresca, la que nos parece una herida entre las manos que cada año, virtualmente algunos, depositamos en sus tumbas silenciosas. Sus flores, depositadas en jarros de cristal y latas, alimentan esa soledad que tienen los sepulcros, con la pena de muchos familiares, cuando se alejan después de un sepelio. El silencio de sus patios, siempre conmovedor, cuando te asomas a las murallas frente al mar, te invita a la reflexión. Su Ángel de Bronce, gigantesca estatua, dominando el camposanto, todo lleno de héroes, silenciosos testigos que son de los rezos y llantos por ellos.
A muchos melillenses, españoles de aluvión, creo que estos hechos debieran hacerles reflexionar, y eternamente agradecer a estos héroes, que sus vidas las entregaron por nuestra patria, y por nuestra ciudad, nuestra Melilla, que es la que en la actualidad ellos disfrutan, en el clima democrático, y de libertad, igualmente como los de cualquier español. También debieran tener en cuenta, que la mayoría silenciosa en la ciudad, con su perenne síndrome de Estokolmo, siempre es la que calla, pero que no otorga, siendo la que juzga con más severidad.

la tozudez de Caruana

LA ABSURDA TOZUDEZ DE PETER CARUANA
Me ha parecido más suavito la palabra: “tozudez”, que: “chulería”, lo que el ministro de Gibraltar hace siempre sobre España. Esta vez es por las aguas territoriales, que él dice que son suyas. Peter Caruana, con ese acento tan andaluz, propio de los llanitos, cree que torear a su placer a España, cada vez que le venga en ganas, le va a salir gratis. El hombre siempre se hace el longuis con el artículo X del Tratado, que en la ciudad de Utrech, el 13 de Julio de 1713, firmaron la “mal-gobernada” España y la siempre “ladina, y taimada” Britania, que entre otras cosas dice: “(…), Que la dicha propiedad se cede a la Gran Bretaña SIN JURISDICCIÓN ALGUNA TERRITORIAL, Y SIN COMUNICACIÓN ALGUNA ABIERTA CON EL PAÍS CIRCUNVECINO. (….), SI EN ALGÚN TIEMPO LA CORONA DE LA GRAN BRETAÑA LE PARECIERE CONVENIENTE DAR, VENDER, O ENAJENAR DE CUALQUIER MODO LA PROPIEDAD DE LA DICHA CIUDAD DE GIBRALTAR, SE HA CONVENIDO Y CONCORDADO POR ESTE TRATADO QUE SIEMPRE SE DARÁ A LA CORONA DE ESPAÑA LA PRIMERA ACCIÓN ANTES QUE A OTROS (Caruana y sus antecesores) PARA REDIMRILA”. No sé lo que nuestro ministro Moratinos, y su homólogo Milibanad, van a acordar el martes en Madrid, yo como español, he pensado, desde que tengo en perfecto estado el uso de la razón, igual que muchos compatriotas de todas las épocas, como el gran Carlos III decía: “Gibraltar es como una piedrecita en el zapato de España”. El liberal y progresista, Modesto Lafuente: “La pérdida de un mundo entero nos ha sido costosa y funesta, que la de esa enorme y desarmada roca enclavada en nuestro suelo patrio”. El clarividente político conservador, Cánovas del Castillo, (que no se parece en nada a sus sucesores actuales): “Por más que Inglaterra y España sean aliadas naturales en la política general del mundo, son y deben ser, mortales e irreconciliables, legítimas enemigas ahora y siempre, mientras posea Gibraltar la primera”. El Ministro de Instrucción Pública durante la II República, Salvador de Madariaga: “Para mí, el problema de Gibraltar, no es tanto la cosa que los españoles definan, sino la cosa que define a los españoles. Que España quiere Gibraltar no puede ni discutirse. No sería España si no lo quisiera. Gibraltar, el Gibraltar que España pide y quiere, es cuerpo del cuerpo de España”. Y Francisco Franco, nuestro Caudillo, por Dios y por España, (lo decían las monedas), el que detentó el poder durante 40 años, que en 1956 dijo: “Su situación geográfica la ha colocado modernamente a nuestra merced, pero la gran verdad es que Gibraltar, no vale una guerra (y él sabía mucho de ellas). Se trata de una fruta que cualquier día puede caer madura”.
Yo pienso que, hablar de Gibraltar y, desarrollar los artículos del Tratado de Utrech, sería bucear en aquéllos funestos años de la Historia de España, y como es natural, también se necesitarían muchas páginas. Yo recomiendo que leáis a Jesús Salafranca en: “Melilla y Ceuta en la encrucijada de Gibraltar”. En la parte que se refiere a Gibraltar hace una resumida, pero muy condensada referencia histórica, que vale la pena leerla. Y puestos en ello, le dais un buen repaso a la de nuestras dos ciudades hermanas, que bastante falta les hace a mucha gente que tienen un pié en Beni Enzar y el otro en la Hípica. Pero ese es otro tema que, como decía Jordi Pujol, ahora no toca.

sábado, 11 de julio de 2009

una de anchoas

LAS ANCHOAS DEL CANTÁBRICO
Viendo por la tele a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, comparando las anchoas que el presidente de Cantabria, yendo en taxi a todas partes, regala a sus amigos, políticos, incluso al Rey, (que menuda propaganda hace el tío), con los polémicos ternos que el presidente de su comunidad, dicen que ha lucido, en forma de regalos, me vino a la memoria de hace muchos años, de la bodega “Barlovento”, que había en la acera de Padre Lerchundy y la Plaza del Comandante Benítez, donde, aparte de las bebidas, también vendían encurtidos y pescados en salazón, tanto arenques, como las riquísimas anchoas. A los arenques había que apretarlos contra la puerta, y el quicio, para sacarles la piel, o liarlos en papel de estraza y pegarle varios porrazos con la maja del mortero. También las había en bocata, en “La Flor de Melilla”; y en la tienda “La Onubense”, después del ensayo de la banda de música en el Mantelete, había que llevar el bollo, que costaba 9 gordas, de la panadería “La Royal”, de la calle O´Donnell, y Andrés, con su sempiterna sonrisa bigotera, que aparte de que fue mi tío, también lo fue cojonudo, te lo llenaba, bien empapado de anchoas y de aceite. (Esta humilde anécdota es a su memoria).
La señora Rita Barberá, con su voz quebrada, y el porte briosos, de mujer que sabe lo que quiere, de verdad que a mí siempre me ha agradado, y aun sigue gustándome, -quizás sea por mi afición zarzuelera donde en “La Verbena de la Paloma”, se escucha: “Por Dios, señá Rita (déjelo ya)…”. Pero lo que me dejó un tanto perplejo fue cuando hizo la comparación de las anchoas cántabras, con los polémicos trajes. Más bien me pareció enternecedor, y conmovedor, la defensa que le hizo a su amigo y compañero de partido, al espurrear una inofensiva tinta de un virtual calamar. Yo, ante eso, y emulando al clásico barman melillense, digo: “¡Marchando, una de anchoas para la señora Rita, Alcaldesa de Valencia, y el calamar, que sea frito!”.

sábado, 4 de julio de 2009

el hiyab

EL HIYAB, LA CULTURA Y MACHADO
La diputada del parlamento belga, en tercera generación, de origen turco, Mahimir Özdemir, cuando tomó posesión de su cargo, dicen que provocó una pequeña conmoción entre sus compañeros, motivada por hacerlo cubriéndose la cabeza con el hiyab. Por lo visto en la actualidad ya nadie le da importancia a ese hecho, y más si como a preguntas de un periodista español, sobre las relaciones prematrimoniales, las de homosexuales, y los matrimonios entre personas del mismo sexo, fue taxativa: “ Está en la ley belga”. Ella dice, y con toda la razón, que el rostro debe estar descubierto, porque es el único modo de identificar a la persona, ni tampoco debe haber una dictadura de la vestimenta, ni para imponerla ni para prohibirla. La verdad es que hay que aplaudir a esta mujer. Se imaginan ustedes, por ejemplo, a Rosa Aguilar, otrora alcaldesa de Córdoba, y “joya de la corona” de los comunistas, y ahora flamante diputada independiente, del Parlamento Andaluz, si cuando tomó posesión como Consejera de Obras Públicas y Transportes, en vez de hacerlo con su vestido de rojo chillón, como su pensamiento político, hubiera ido enfundada en un traje de faralaes, y tocada -¡ele la grasia!- con un elegante sombrero de su tierra cordobesa. Estoy casi seguro que, dado el carácter que se gastan por estos lares, hasta la hubiesen aplaudido con todo el entusiasmo. Porque estarán de acuerdo conmigo, que esa vestimenta en las mujeres de esta tierra, igual que el traje corto en los hombres, son signos de la identidad de la región, independientemente de la religión que profese cada cual.
En nuestra ciudad, desde hace unos años, y de cara al turismo, nos vienen bombardeando con un slogan, que este que les escribe, como muchos que callan, -y no sé porqué-, opinamos que solo hay una, y muy clara que es: la occidental-española. Yo creo que la mejor manera de decir es: multi-étnica. También podríamos llamarla: diálogo inter-étnico, o dialogo: inter-confesional, pero no creo que sea: inter-cultural, cuando la verdadera y genuina cultura que existe en nuestra ciudad es la occidental-española. Claro que sobre esto que cada cual opine lo que le venga en gana, la mía es la que han leído. Aunque, por otra parte, si el diálogo se hace bien, acaba por ser transparente, y a veces hasta familiar, con todas las cosas, pero eso si, que jamás sea impuesto, porque cuando alguien quiere imponerte su opinión “escrotalmente”, te da algo de grima, y al final esta grima se convierte en desdén, o menosprecio. El insigne poeta, D. Antonio Machado, perseguido por Franco, y muerto de tristeza, en Collioure, Francia, decía: “Tu verdad, mi verdad. No. La verdad, y vamos juntos a buscarla”.

perez reverte

PÉREZ REVERTE, LA EDUCACIÓN, Y LOS POLÍTICOS
Hace unos días creía yo -¡ay!, qué cándido fui- que este gobierno iba a gravar las rentas más altas. O sea, que los que tienen pasta gansa debían apoquinar con arreglo a lo que poseen, como lo hacemos la gran mayoría. Y también, para que nos entendamos, los que reciben el “cheque bebé”, debían ser considerados sus ingresos a la hora de acceder a esa ayuda. Era más o menos, lo que siempre apadrina la izquierda: la utópica, -porque la verdad es que es una utopía-, redistribución de la riqueza, que no estaba nada mal. Pero apenas se enteraron los catalanes, cogieron un jarro de agua y se lo volcaron al Gobierno en plena jeta, y éste, sin apenas secarse del remojón, dijo: “donde dije Digo, digo: Diego”, o sea: res de res: nada, de nada, agua de borrajas, y pelillos a la mar, tralará.
Por otra parte, leyendo a Arturo Pérez Reverte en el “Semanal”, el que llamaba, hace tiempo: “Pichas-frías” a los académicos de la RAE, ahora compañeros suyos de sillones, de verdad que me agrada su procacidad y su insolencia, cómo se refiere a todos los políticos del arco parlamentario. A los de izquierda les llama demagogos iletrados, y a los de derecha: refraneros casticistas analfabetos. Para él Rajoy es el jefe de una patética oposición. A todos, en referencia a la educación, les dice: “torpes irresponsables que extirparon de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer, y por tanto comprender el mundo, incluidas las ciencias”. Se refiere a que entre todos han contribuido a que España figure entre los países más incultos de Europa, y que nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, y los colegios privados se hayan distanciado de los públicos, donde los alumnos están por debajo de la media en todas las materias evaluadas. Ante todo esto les dice que su ausencia de autocrítica y cateta contumacia, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Si no es toda, al menos algo de razón lleva, ¿o no?. Dice que a “los meapilas del PP les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maragall y Solana”, y que pasaron por alto las dos legislaturas, los ocho años de posterior gobierno de “Ansar”, cuando destrozaron la pública, en beneficio de la privada”. También se refiere al miedo que le dan algunos políticos, cuando dice: “Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado”. A Zapatero, con su característica retranca, le recuerda que le comente cuando vaya “a hacerse la foto a la Real Academia Española, porqué los jóvenes tienen su propio lenguaje: el Chat y el sms”. Pues eso, y con perdón de los meapilas, como dice al final de su artículo: ¡con dos cojones!.

sábado, 30 de mayo de 2009

Que no es por el huevo, sino por el fuero

“QUE NO ES POR EL HUEVO, SINO POR EL FUERO”
Tengo que felicitar al señor Carmelo Fernández Millán, maestro y logopeda, sobre su artículo publicado el domingo 17: “¿Tamazight vs. fracaso escolar?”. Todo su escrito, colocando los “puntos sobre las íes”, me ha parecido una obra muy didáctica, que mucha gente en nuestra ciudad debiera saber, y reflexionar, al respecto. Como el artículo es extenso y se puede leer en Internet, no voy a transcribir todo lo que el señor Fernández escribe. Aunque los señores de CpM lo saben muy bien, sí que me gustaría, por enésima vez, decir a todo el que me lea, que el chelja, o tarifit, también llamado tamazight, -palabra más musical-, es una lengua extranjera, rifeña, por lo tanto marroquí. Y también les pregunto: ¿por qué no solicitan a Marruecos, el coste de ese “Instituto de Lengua Tamazight”?; lo mismo que el Estado Español, tiene en muchos países, el Instituto Cervantes.
Yo creo que el índice del fracaso escolar que existe en Melilla, no es por la comunicación: profesores-alumnos-padres; más bien es de alumnos-padres, ya que como todos sabemos la educación se adquiere en los hogares con papá, mamá, y demás familiares, como la cortesía, la urbanidad, o sea, la buena crianza. La formación, la enseñanza, o la instrucción, para enfrentarse en el futuro, al mercado laboral, se adquieren en las aulas de las escuelas, institutos y universidades. También creo que en vez de que el profesor deba hablar el chelja, que no tiene ninguna obligación de hacerlo, para “la mayor fluidez de padres y maestros”, pienso que deben ser los progenitores los que tienen esa obligación ineludible, o inexcusable, de aprender el castellano, sencillamente porque es el idioma que tenemos en el Estado Español, que es donde residen, con los mismos deberes, obligaciones, y derechos, como tenemos cualquier ciudadano español. El Estatuto de Melilla, art. 5º H, ya contempla su promoción y estimula, comprendiendo y respetando, la pluralidad cultural de toda la población melillense. Y si nos vamos a la Carta Magna, en su art. 3º, lo dice muy claro, refiriéndose al “Castellano y las demás lenguas españolas”; que para nada dice extranjeras, como lo es el chelja, repito: rifeño, ergo marroquí. Sobre nuestro castellano existe la historia de una anciana en el Toledo de hace siglos, donde era preceptivo pagar, como diezmo a la Iglesia, un huevo de gallina, pero la viejecita invocando un fuero que decía poseer, se negó a pagar aquél tributo. Entonces la cuestión pasó a litigio, y como alguien arguyese que, después de todo, el huevo era poca cosa, la vieja replicó, inflexible: “Que no es por el huevo, sino por el Fuero”. Y así vino la frase a quedar como en refrán, que sostiene del derecho sobre toda otra razón. Que es lo que muchas personas, como este que les escribe opinan: que para nada es hostilidad hacia el chelja, al que se le respeta, sino lo que debemos interpretar en nuestra Constitución, y en el Estatuto de la Ciudad.

El Rasero

EL RASERO
El palo, llamado rasero, que sirve para medir, equitativamente, las cosas con rigurosa exactitud, algunos políticos de la derecha, creo que no lo están aplicando adecuadamente, o quizás, tal vez, por su torpeza, de lo que les está cayendo, no atinan, o no saben usarlo. Llamar aberración al aborto, porque en la actualidad gobiernan los socialistas, es para preguntarse si eran las mismas aberraciones, los miles de abortos que se practicaron cuando gobernaba Aznar. Si como algún religioso de primerísima línea, dice: que es peor abortar que abusar de un menor, también habría que preguntárselo a los cientos, o miles, de niños irlandeses de los años 50 y los 80, del siglo pasado, que hoy cuentan más de sesenta años, que fueron víctimas de unos desalmados, religiosos, digo religiosos por lo del hábito, aunque como todos sabemos que éste no hace al monje, que tenían, del principio de autoridad moral y religiosa, la ruin e infame degradación, de abusar de unos niños indefensos. En los periódicos se puede leer que el Estado irlandés paga la factura de la Iglesia por esos abusos sexuales; mientras que el arzobispo de Dublín pide más dinero para las víctimas de los colegios católicos. La Iglesia solamente pagará el 10% de las indemnizaciones, mientras que los nombres de los abusadores-mal-nacidos, esos que arruinaron las vidas de cientos de niños durante 30 años, obligados éstos a las más crueles aberraciones dentro de las paredes de unas escuelas, que en teoría debían formarse para su futuro, ni se les ha visto sus pelambreras y sus pezuñas ponzoñosas de pederastas. Dicen que muchos de ellos, que ya la cascaron, en la actualidad, como castigo a sus maldades, están avivando el fuego de las “Calderas de Pedro Botero”.
Un amigo me decía que si la Iglesia se preocupa tanto de las pelvis y de las entrepiernas de la gente, aconsejándonos no cometer actos impuros en el 6º mandamiento, como es: no fornicar, porqué no lo han hecho con las de esos degenerados pederastas. Alguien mal pensado se preguntará si también estos señores no saben usar el rasero.

domingo, 17 de mayo de 2009

olores y recuerdos

OLORES Y RECUERDOS
Cuando alguien, que ya hace años, ha pasado del medio siglo, y observa el circo, o más bien la selva, en que se encuentran inmersos los que se dedican al servicio de los ciudadanos, cobrando un pastón, como el de Rajoy, que atribulado buscaba, desde la tribuna del Congreso, los papeles que perdió en esa selva, donde les dijo al grupo que está gobernando que son unos analfabetos: “Pero si ustedes no saben leer”, o: “¡Qué gente!”. Yo creo que, como es un señor muy fino, le salió “gente”, pero estoy casi seguro que se le quedó en la puntita de la lengua: “¡qué gentuza!”. Yo de él se la hubiera soltado, y ya está, y pelillos a la mar. Las declaraciones de Aznar, con su remedio para la crisis solo le hacen sonreír, y preguntarse cómo este hombre pudo gobernar España durante 8 añitos. Uno de los recuerdos que se le viene a la mente es que el franquismo está lleno de rancios olores, y de documentos, y de libros, y de datos, miles de ellos, que muchos jóvenes historiadores, quizás puedan tener acceso a esos documentos, pero muy pocos, por mucho que lo intentan, no llegan ni siquiera a olfatear los olores. Uno de los documentos era una ley de 1954 que trataba a los homosexuales como delincuentes (vagos y maleantes). Otra era para rehabilitarlos y así limpiar las calles de pervertidos. También el adulterio era perseguido, y a veces castigado con la cárcel. Creo que por eso, en aquéllos tiempos, existían tantas casas de citas, o de tapadillo, donde se “galvanizaban pistolas”. Un jerarca de la Iglesia decía que había que frotar la medalla de la Virgen con una bala para hacer mejor puntería. A principios del franquismo, las obras de teatro de Jacinto Benavente, homosexual discreto, en vida y costumbres, y con su “pluma” bien visible, eran anunciadas como: “Por el autor de La Malquerida”, o “Por Nuestro Premio Nóbel”. Mucha gente cree que fue por el Nóbel, que le concedieron en 1922, por lo que no lo expulsaron de España, pero sí lo hicieron con Miguel de Molina. En la actualidad a los gays y lesbianas los han recibido todos los partidos, incluso el PP, pero no cuando éste gobernaba. La palabra: piernas, que era tratada por algunos con algo de erotismo sicalíptico, había que decir: extremidades, las que Pilar Primo de Rivera, a las mujeres les puso pololos, en los Coros y Danzas. Y sobre los olores recuerdo el de un cabrón, que me pegó un bofetón en plena calle, cuando yo contaba 9 años, de comunión recién cumplida, por no ponerme en posición de firmes al arriado de bandera de la Comandancia General. Este “valiente patriota”, como decía Quevedo en “El Buscón”, creo que no sabía si fue concebido entre muchos hombres, o era hijo de su padre. El olor de la pobreza en los años de posguerra, con el despertar de la sexualidad, y el sentimiento del pecado, sin haber pecado. También el olor del tabaco en las asambleas clandestinas donde se recaudaban unas cuantas pesetas, solo para las llamadas que se hacían a las distintas administraciones de Correos de toda España, y saber como se desarrollaba el paro, que no huelga.
El franquismo, que fue una página desdichada de la historia de España, al morir el dictador, los que mejor han quedado han sido los ex-franquistas, “de toda la vida”, y los izquierdistas pragmáticos, donde ambos grupos han pasado de puntillas sobre la verdadera izquierda republicana. Y para terminar le digo a un buen amigo, como Woody Allen: que las opiniones son como el culo, cada uno tiene el suyo, y estas son las mías.

domingo, 3 de mayo de 2009

bien hecho Zapatero

BIEN HECHO, ZAPATERO, Y EL PERO COMO FRUTA
Al fin leo un mensaje, que se refiere a una cosa agradable y llena de empatía sobre la política de nuestra ciudad; lo que me alegra en grado sumo, y lo digo sin ninguna ironía. Me refiero a la Ciudad, como Institución, en palabras de sus políticos de gobierno, cuando reconocen los méritos con que Zapatero le hizo al suizo, Maximilian Reinman, que por otra parte, su país no pertenece a la UE; contestación que fue rotunda y acertada por nuestro Presidente, al afirmar que Ceuta y Melilla no tienen nada que ver con el ignominioso (lo digo yo) Tratado de Utrecht sobre Gibraltar. Lo de ignorante lo digo porque, desgraciadamente, como ese Reinman, hay una gran mayoría de europeos, que no tienen ni repajolera idea de nuestro statu-jurídico-político, y también lo que se refiere al artículo 10º de dicho Tratado que los políticos de la España de entonces firmaron con Inglaterra. Aunque lo más triste, y lamentable, de todo esto, es que muchos de nuestros compatriotas tampoco saben un ápice de nuestras dos ciudades hermanas, como algunos historiadores cutres, que con falsas historias distorsionadas, y con una gran dosis lastimera, bañada toda ella, en el síndrome de Estokolmo, no tienen la base de hacernos comprender el presente para abrirnos los caminos hacia el futuro, que es la idea que todos los verdaderos historiadores deben difundirnos. Éstos, y no los otros, son los más peligrosos para la Cultura, con mayúsculas, por su fácil acceso a ella, y a los medios. Por otra parte, sobre estas declaraciones de Zapatero al suizo, aun no se han visto las manifestaciones que hizo mucha gente, cuando la capciosa pregunta que una periodista, estólida ignorante, y con toda la mala leche del mundo, le hizo en presencia de su homólogo marroquí sobre si tenía previsto compartir la soberanía de las dos ciudades con Marruecos, buscando nuestro Presidente el vaso de agua, para tragarse el sapo del exabrupto, que bien se merecía la susodicha plumífera; pero como la diplomacia es así de prudente y educada, a la oposición le sirvió entonces para llamarle, como siempre suele hacer la derecha, flameo de banderas incluido: “anti-de-todo”, menos bonito. Y yo digo que una cosa son las manifestaciones de un político, que solo ve por el pequeño calidoscopio que le permite la visera de su ciudad, y otra la de un Presidente de Gobierno que debe mirar hacia toda una nación, e intentar unir, porque tiene acceso a los colores de ese calidoscopio, todos los colores del arco parlamentario. Yo, para que no quepa la menor duda, comparto mi aplauso hacia Zapatero con la gente de buena voluntad, pero sin muchas alharacas.

sábado, 25 de abril de 2009

Icinoclastas

ICONOCLASTAS
El pasado, como la Memoria Histórica, sin ser para nada un exégeta, hay que explicarlo con toda la objetividad posible, comentarlo, y glosar las palabras; pero siempre sin dañar a nadie; y no incidir, a estas alturas, llamando iconoclastas a las turbas que quemaron iglesias en los años 30, porque es como rizar el rizo, con el cuento de nunca acabar: “y tú más”. Porque si aquélla gente fueron unos bestias salvajes, tampoco le andaban a la zaga los otros, uniformados, cuando entraban en los pueblos ocupados. Además que la palabra se las trae, “iconoclasta”, que con solo coger un diccionario dice: “Hereje del siglo VIII, que negaba el culto debido a las sagradas imágenes, destruyéndolas, y persiguiendo a quienes los veneraban”. Alguien opina que estas izquierdas son unas rencorosas, cuyo principal dirigente, el socialismo español, creador de leyes, director de conductas y asociaciones juveniles, creo que le obliga a recordar, por ejemplo, cómo era aquélla España, donde los ricos decían que en las casas de los pobres había mucha dignidad, cuando lo que verdaderamente había mucha hambre, cuyos gobernantes mantenían en la miseria a la mayor parte de la población, mientras calmaban su rencor con las obras de caridad, que llamaban: Paz, Trabajo y Progreso. Paz con un millón de muertos, y miles de ellos en cunetas perdidas, mientras que los muertos, llamados caídos, del bando ganador figuraban en lápidas y “Cruces de los Caídos, por Dios y por España”. El Trabajo, con cientos de miles de trabajadores en el extranjero, y con el famoso sindicato vertical, que solo representaba al empresario; y el Progreso, que nos dejaban hacer, con cuenta-gotas, las demás naciones, después de expulsarnos de su Asociación, (actual ONU) motivado por la no existencia, ni por asomo, de una pizca de libertad, aunque, eso si, el dictador fuese bajo palio en las iglesias, acto que algunos guasones decían que eso era la hostia, y otros la rehostia. Entonces se “disfrutaba”, en los primeros años del franquismo, de una gran herencia de dolor, destrucción y miseria. Sobrevivir era el único objetivo de los españoles, y más de los perdedores, tanto sus viudas, como sus hijos. Quizás debe también hacer memoria, y recordar que estas mismas izquierdas actuales, tan “rencorosas”, y con los genes iconoclastas de aquéllas, son las que pactaron en Toledo (1985), con todas las fuerzas políticas, unas pensiones, que para algunos fueron miserables, aunque trabajaron toda su vida, con los mismos derechos que otros, que durante 40 años disfrutaron de unos privilegios que el dictador les concedió, las triplicaban, aunque fueran tan prostáticos, tanto los unos como los otros. Yo creo que el que pasó frío y hambre de chico, tendrá frío y hambre siempre; igual que el meapilas que odia desde pequeño; odio que no se le ira de la mente hasta que deje de respirar ese rencor por los poros de su cuerpo, que no de su alma. Yo siempre que leía el parte de guerra en una de las puertas del Parque Hernández, en la Plaza de España, me preguntaba: si el Ejército Rojo, cuando acabó la guerra, estaba desarmado y cautivo, ¿porqué hubo esa represión tan brutal sobre ellos durante 40 años?.

sábado, 18 de abril de 2009

España es madre, no madrastra

ESPAÑA SIEMPRE HA SIDO MADRE, NO MADRASTRA
No estaba seguro si titular este escrito: “Contra la insatisfecha bulimia de las palabras”, o: “España siempre ha sido madre, no madrastra”. Al final me he decidido por éste último, que creo más conveniente, y más familiar y cariñoso; por lo de madre, me refiero, que como saben solo hay una. Hace unos días leía en estas mismas páginas que alguien, que al parecer padece de bulimia de palabras, y sin cortarse un pelo en sus comentarios, decía que en Melilla hay un paulatino reemplazo de un colectivo decadente, por otro más pujante, que se ve en todos los ámbitos de la ciudad. Si no me equivoco, imagino que el decadente se refería al español que lleva en la ciudad desde 1497, más o menos desde que es España, -sin la preposición: de-, como, por ejemplo: Estopiñán, López Moreno, Miguel de Perea, Martín Zermeño, Margallo, Manuel Buceta, Enrique Nieto, Julio Benítez, Guerrero Strachan, Carcaño, y tantos miles de compatriotas que dieron sus vidas por este trocito de España; y si alguien tiene curiosidad solo debe darse un paseo por nuestro Cementerio, y leer algunos de los nombres en las viejas lápidas, ya sean personales o colectivas. Y como es natural el colectivo pujante sería el musulmán. Pero claro, que, a mucha gente le gustaría que especificaran si estos pujantes ciudadanos, son los musulmanes-marroquíes, que residen en la ciudad, disfrutando de nuestra democracia, que al cruzar nuestras fronteras, paren sus mujeres en nuestros hospitales, hospitales que costeamos todos con nuestros impuestos, -es un ejemplo-. También los musulmanes que tienen la doble nacionalidad, que mientras ponen un pie en Beni Enzar son marroquíes, y si lo hacen en el lado nuestro fronterizo, como “entre Pinto y Valdemoro”, son españoles, de toda la vida, o desde 1986, o también los que sencilla y llanamente son musulmanes-españoles; españoles como lo fueron los que he citado antes, y como es este que les escribe. Por otra parte creo que alguien, con autoridad y, sin miedo a las papeletas, que cada cuatro años depositamos en las urnas debiera decir a los desinformados que España, mediante la Carta Magna, y el Estatuto de Melilla, art. 5º-H, ya contempla la ayuda para esos “huérfanos, y mudos musulmanes desprotegidos, que no encuentran atención a la hora de solicitar ayuda”. También mucha gente puede sentir un poco de bochorno, -yo no-, al saber que parte de sus impuestos va a parar a esa ayuda, para ciudadanos de otro país, país que ya ha puesto su “pica”, que no en Flandes, sino en nuestra ciudad, al recibir sus súbditos, que no ciudadanos, la ayuda que él no les presta como debiera. También los “quintacolumnistas”, que haberlos haylos, que bullen, o pululan, por la ciudad, debieran saber que en vez de la bandera que ellos desean que ondee en esa pica, solo verán una perenne negativa, que alguien irrespetuoso, y con jocosidad, que también haberlos, haylos, -yo no-, transformaría en un solemne y marcial corte de manga en dos tiempos.

domingo, 12 de abril de 2009

reflexiones sobre los albañales del PP

UNA OPINIÓN, A MODO DE RELATO CORTO

Para el muchacho, el abuelo era un rostro agradable en una foto antigua de color tabaco, junto con los recuerdos que el padre le contaba a menudo. Era la foto que le hicieron en Méjico, en 1940, cuando fue de peregrino de su patria, luminosa y sonriente, clausurada ésta en su coso por la sangre seca y negra por el odio. Fue uno de tantos embajadores, tristes y errantes, que envió Franco por todo el mundo. Otros sufrieron el destierro de la libertad en el interior de la España destrozada, donde algunos se hicieron filósofos de tanta lectura prohibida, y escondida del bisturí censor de los salvapatrias, impartiendo clases vigiladas por pocas pesetas, trayendo la dignidad a la irrespirable indecencia. Eran unos románticos que buscaban las verdaderas palabras que mucha gente arrojaba al cubo de la basura, como “estraperlo”, palabra procedente de un austriaco llamado Strau Perle, el que introdujo, fraudulentamente, en España, en 1934, unas máquinas tragaperras, dando origen a un escándalo político. Decían que era motivado por el soborno aceptado por destacadas figuras de la política. Yo conozco a un señor, de barba semanal, y bigote ralo, algo desaliñado en el vestir, pero limpio, que en todas las reuniones de antaño era el esquinado, observador y silencioso, quieto como en un velatorio nocturno, que cuando pronunciaba una frase, siendo tan lapidaria, ésta “iba a misa”. Hace unos días me dijo que en la actualidad haría falta una buena porción de palabras para denominar lo que circula por los albañales de algunos partidos políticos, con foto de familia altanera y blasonada, con sonrisas de confitura agria, que más que dimitir y pedir justicia, parece que exigen impunidad. Este noble anciano me enseñó el chiste de Forges, donde se ve un hombre que le pregunta a otro: “Buenas; desearía una desvergüenza”. El otro, muy solícito, le contesta: “Estatal, autonómica o municipal”.

viernes, 10 de abril de 2009

El tarifit en las escuelas españolas

EL TARIFIT EN LAS ESCUELAS ESPAÑOLAS
Llevo varios días buceando por Internet, para ver si localizo que lo que se habla en el Rif es una lengua milenaria, y créanme, de verdad, que no lo he encontrado. Lo he buscado en la Wikipedia, que como saben, es una fabulosa y monumental enciclopedia en todas las materias, y solamente pude leer que el tarifit, o rifi, es una variedad de la lengua berebere, que es lo que se habla cerca de nuestras fronteras, o sea, el chelja. Se puede leer también que esta lengua no posee literatura escrita anterior al siglo XX, pero que la enseñanza oficial en Marruecos, introducida en el 2003, por Mohamed VI, ha optado por el alfabeto tifinagh, que es una recreación moderna de las escrituras usadas históricamente por los pueblos bereberes. Dice también que el tarifit es un subgrupo del tamazight, y que no está en las primeras cien (100) lenguas del mundo, y que Holanda es el país donde se concentran más personas que hablan esta lengua, y que en sus escuelas solo enseñan el holandés.
Esta pequeña exposición es debido a que CpM defiende, e intercede, “porque exista personal con conocimiento de esta lengua “milenaria” para atender a los alumnos de primaria, cuya lengua materna es el tamazight (tarifit)”, porque es “indignante que sean los grupos de la oposición (solo ECR y IU, partidarios de la entrega de Ceuta y Melilla a Marruecos) y otros parlamentos los que hagan ver la importancia que tiene esa lengua en nuestra ciudad”. También que deba servir de baremo para las oposiciones de la administración de la Ciudad, porque no solo tiene que velar por esa lengua, sino por toda la cultura amazight (rifeña) en general”.
A mi, qué quieren que les diga, como siempre, todo esto me huele a que quieren comparar el chelja, que es extranjero, con el catalán, euskera, bable, gallego, y las demás lenguas españolas que se hablan en las distintas CCAA. Porque, si el chelja es marroquí, extranjero: ¿a qué viene eso de que es necesario saber esa lengua para ser funcionario en Melilla, que es España?, y que con nuestros impuestos costeemos su enseñanza, cuando lo que verdaderamente se necesita saber es nuestro castellano, tan rico y variado, que es la segunda lengua en importancia en el mundo. Además que sería absurdo, e incomprensible, que a un vallisoletano, o a una muchacha de Quintanar de la Orden, al concederles un puesto como funcionario en Melilla, les obligaran conocer una lengua que no es la suya.
Yo recuerdo que cuando andaba con pantalones por las rodillas, mis padres me apuntaron en la academia Saavedra, en la Plaza de la Bandera de Marruecos, con don Felipe, un señor calvo, que nos “desasnaba” a muchos niños en pleno verano, por un precio, que a muchas familias les costaba abonar. A mi lo que más me gustaba de esa academia eran los recreos que hacíamos en el paseo, junto a la Cruz de los Caídos. Mi opinión es, que en nuestras escuelas los niños, como lo vienen haciendo por obligación institucional, aprendan el idioma de Cervantes, que es el de su país, España, y si sus padres, oriundos del Rif, o de otras partes de Marruecos, desean que sepan la lengua de sus ancestros, que lo paguen con sus peculios particulares. Aunque España, magnánima, como siempre ha sido con nuestros vecinos, ya en el art. 5º H del Estatuto de Autonomía de la Ciudad viene contemplada esa ayuda: “La promoción y estímulo de los valores de comprensión, respeto y aprecio de la pluralidad cultural y lingüística de la población melillense”. Fíjense que en 1759, cuando nuestro Rey Carlos III, le formuló una reclamación territorial al de Marruecos, Sidi Mohamed Ben Abdalah, éste le contestó: “(…) Hacer más lo prohíbe la ley, sujetémonos a lo que desde la antigüedad teníamos”. Si entonces Sidi Mohamed reconocía la españolidad de los territorios que España poseía en África, también en la actualidad el Estado Español igualmente reconoce, por medio del Estatuto de Melilla, la pluralidad cultural y lingüística de la población oriunda del Rif, en nuestra ciudad.

sábado, 4 de abril de 2009

a Mustafa Mansouri

A MUSTAFA MANSOURI
El Presidente de la Cámara Baja de Marruecos, Mustafá Mansouri, que preside la Agrupación Nacional de Independientes (RNI), va a investigar el caso de las víctimas de armas químicas utilizadas por España, contra los habitantes del Rif, durante la guerra del los años veinte del pasado siglo. Dice que posee “documentos que prueban los horrores perpetrados en el Rif”, y que está en su derecho de “demandar indemnizaciones en beneficio de las víctimas de la guerra química española”. Como el espacio en los periódicos, es tan preciado, voy a replicarle lo más compendioso posible, más bien, como un telegrama. El 14/02/2007, a raíz de una petición de los separatistas catalanes (ERC), que instaban al Gobierno a asumir compensaciones económicas para los afectados, el Congreso de los Diputados ya les dijo que no había nada que hacer. Sus razones tendrían, creo. Sin enumerar las 144 posiciones que España tenía en el territorio, compuestas por 25.700 hombres, solo citaré como muestra a Annual, Abarrán, Ben Tieb, Buy Meyán, Yebel Uddia, Tizi Azza, Buhafora, Igueriben y Dar Drius. En Abarrán, el 1/06/1921, los miembros de la policía nativa se amotinaron, y de los 250 hombres que había en la posición, 179 fueron pasados a cuchillo, incluyendo el capitán Salafranca. En Dar Quebdana, después de que el comandante parlamentara con los atacantes, para convertirse en prisioneros, él y la totalidad de las fuerzas fueron descuartizados con total sangre fría. En Kart el Bax, las tropas nativas al servicio de España, se pasaron a las filas de los rifeños, no sin antes degollar a sus oficiales. El 9/08/1921, en Monte Arruit, después de que el General Navarro hubiera concertado una rendición formal, y tan pronto como los míseros defensores cesaran de disparar, los rifeños irrumpieron en el campamento, haciendo salvajemente, la gran matanza de casi 2.700 soldados españoles. En la retirada, entre Nador y Zeluán, se podían ver cuerpos mutilados, sin ojos, sin lengua o sin genitales; cuerpos violados por las estacas de las alambradas, o con las manos atadas con sus mismos intestinos; algunos decapitados, sin brazos, ni piernas. Entonces la prensa española llamaba a Marruecos: “Cementerio de la Juventud de España”, un saco roto, donde se iba gran parte de la riqueza nacional. También sabrá Mansouri, que Abdelkrím, por los 570 prisioneros moribundos que le entregó a España, trincó cuatro millones de pesetas, de aquéllos años, por medio de su amigo, Horacio Echevarrieta. Igualmente debiera pedir perdón a los familiares por esos viles asesinatos de prisioneros indefensos, que fueron masacrados después de rendirse. Y también agradecer a España los miles de millones que nos cuesta a los contribuyentes españoles el mantener a sus súbditos (no ciudadanos) que residen en nuestro territorio, algunos sin pegar un palo al agua, cobrando pensiones similares a las que cobran los españoles. También debiera pedir perdón y dar las gracias a las autoridades de las dos ciudades hermanas, Ceuta y Melilla, por el aluvión de súbditos que residen en ellas, siendo tratados como iguales, a pesar de tener la doble nacionalidad, y con representación política incluida. También debiera fomentar con todas sus fuerzas que en su país no se tratara a las mujeres como esclavas. También debiera pedir perdón al pueblo saharaui, por lo que le están haciendo desde hace décadas. En fin, Mansouri, solo me resta decirle que, de paso que reflexiona sobre todo esto, con su desfachatez de pedigüeño, se vaya a hacer encajes de bolillos, que es lo que comúnmente en mi tierra, Melilla, llamamos: puñetas.

domingo, 29 de marzo de 2009

trtes postales escatológicas

TRES POSTALES
Hace unos días recibí una postal, procedente de un pueblo gaditano, donde se veía Tarfesit, que un amigo de la infancia me envió, con todo su cariño, como lo ha sido siempre: un chavea muy bueno y cariñoso, aunque ya de chavea tiene lo mismo que yo de cura: nada. La postal es una copia de una de los años cuarenta, o quizás de los cincuenta, donde se pueden ver los barracones que las fuerzas del Ejército tenía destacadas allí, en aquéllos años. Todo el que haya pertenecido a la banda de la OJE, en ese tiempo, donde D. Julio Moreno era director, sabrá que muchos veranos acudíamos allí, como a Nador, Segangan o Drius, para dar conciertos a los militares y sus familias allí destacados. En Nador solíamos desfilar por las limpias y rectilíneas calles, cercanas al Club Náutico. Este amigo ha señalado con una cruz un lugar, que en la actualidad, creo que ha desaparecido, donde me dice: “Fíjate, Aranda, el lugar donde te señalo, que fue donde “Fulanito” (no digo el nombre, ni el instrumento que tocaba, porque quizás no desee recordar ese mal trago) se cagó por la jartá (sic) de chumbos que se zampó”. Créanme que si me señala otro lugar me lo hubiese creído igualmente, pero no la anécdota del compañero, que las pasó tan mal, por una indigestión de chumbos, en plena canícula, tan lejos de su casa, y con tan solo diez o doce años, el pobrecito. Cuando releo, sonriente, la postal de mi amigo me recuerda la lectura de “La Arboleda Perdida”, de Rafael Alberti, cuando dice que recibió de Dalí una postal donde se veía un pequeño castillo, y cuyo texto decía: “Mi querido Rafael, por aquí es por donde orinaban los canónigos”. Decía el poeta que el cartero, al entregársela, hizo un gesto como diciendo: “A mí que me registren”.Y como no hay dos sin tres, tengo que decir que cuando el que les escribe desempeñaba sus labores de Cartero Urbano, (ahora ya, oficialmente, no se llaman carteros, ¡qué tontería!) una vez hizo entrega de una postal, en la que se podía ver un bello paisaje de las afueras de Oviedo. En esta también, en uno de los rincones de un bello edificio del siglo X, se podía observar una cruz hecha a bolígrafo, y en el texto, se leía: “Aquí se cagó la nena, besos”. Esta vez, quien se puso algo avergonzada fue la destinataria, y yo, para quitarle el azoramiento le dije: “No se preocupe, señora, quizás lo usaran como abono”. Que quieren que les diga, si no se me ocurrió otra cosa. Porque no iba a decirle lo de Rafael Guerra (Guerrita), al ser presentado a don José Ortega y Gasset, diciéndole que éste era un filósofo, la persona que trabaja sobre las ideas del pensamiento, comentó sorprendido, soltando la frase tan famosa: “Hay gente pa tó”.

propuesta para un manifestódromo

PROPUESTA PARA UN “MANIFESTÓDROMO”
El periodista Miguel Ángel Aguilar, con su fina ironía, pide que en Madrid se construya un “Manifestódromo”, para que todos aquéllos que deseen protestar, por lo que les venga en ganas, lo hagan en un sitio donde no fastidien a los demás, que como todo el mundo sabe, la capital del Reino, es la que sufre todas las inclemencias de muchos los grupos sociales: los agricultores regalando tomates, lechugas y coliflores a todo el que pasa, los lecheros gallegos tirando la leche frente al ministerio del ramo, en medio de la calle. Yo pienso que alguna autoridad debiera regular todos estos follones, y canalizarlos para que la gente de a pié sepamos lo que ocurre. Siempre y cuando no se menoscaben los derechos de los que protestan. Lo de las mini pancartas en los plenos lo veo como una rabieta de niños, que los que gobiernan, como tienen la mayoría, los mandan callar, pasándoselas por su particular arco del triunfo, diciendo que: “montaron un circo con la única idea de ocultar sus verdaderas intenciones, que no son otras, que profundizar en su política anti-Melilla”. Y a mí, que siempre me gusta saber, por ejemplo: ¿Cuál es el motivo de que los socialistas de Melilla no les hayan “cantado las cuarenta” (es una forma de hablar) a sus amigos de CpM, cuando cada año, éstos no acuden a los fastos de la Conquista de Melilla?. O también: ¿Porqué no les protestan cada 19 de marzo, fecha en que los moros del Emperador Sidi Mohamed abandonaron el Sitio?, también, ¿Porqué no les hacen saber, de una vez por todas, que el chelja es rifeño, de Marruecos, extranjero, que no tiene cabida en una asamblea española, como es la de una Ciudad Autónoma, Melilla?; por ejemplo. Quizás, pudiera ser, a lo mejor, porque eso jode mucho, que les moleste los zapatos que se han intercambiado, llevando ellos el derecho del contrario en su pié izquierdo, y viceversa.
Aunque parezca algo lejano en el tiempo, a veces creo que los Héroes que descansan en La Purísima, igual que los que construyeron la ciudad en tiempos difíciles, están agotados y tristes, a pesar del perfume, que algunos les enviamos con nuestras esencias de sonidos patrios, que son la única realidad que nos hace vibrar el espíritu como español, sin un ápice de chauvinismo patriotero. Aunque para otros, ignorando su pronunciado síndrome de Estocolmo, con sus catorce cosechas bien remuneradas, es como una foto antigua, de color tabaco, de recuerdos que los antiguos les contaban.

domingo, 22 de marzo de 2009

democracia orgánica

DEMOCRACIA ORGÁNICA
Hace unos días leía en este diario alguien que decía que la democracia que disfrutamos en la actualidad nos la cambiaron por la “democracia orgánica, verdadera representatividad gremial, donde en el mundo del trabajo cada gremio votaba a su representante y lo sentaba en las Cortes”. (El de la “masa frita”, el churrero, creo que no estaba). Cuando terminé de leerme todo el escrito, creía que corrían los años en que el Caudillo residía en El Pardo, pero, no, miré el calendario y vi que era marzo del 2009, o sea ayer, hoy. Yo creo que la persona que suele escribir así no se ha enterado aún que el partido que gana las elecciones es el que gobierna, y el que pierde se queda en la oposición, y es el que debe controlar al gobierno, aunque a veces lo haga muy mal, porque hasta en lo que están de acuerdo, les llevan la contraria, como es la retirada de nuestras tropas de Kosovo, como lo del “Perro del hortelano….”. Sobre la democracia orgánica, debe recordar que los trabajadores no votaban, quienes lo hacían eran los capitostes, ocurriendo aquello de: “Juan Palomo, yo me lo guiso y también me lo como”. Pues si, en el sufragio universal lo mismo vale el voto de un criminal, el de un separatista, como el del alcalde mangón: ahí está la grandeza de la Democracia, que los pone a cada uno en su lugar, y no el de descanso. Muchos de aquéllos “demócratas”, que más bien fueron casi todos, y que el Generalísimo los sentó en las poltronas de la Carrera de San Jerónimo, no tuvieron más remedio que hacerse el hara kiri y aceptar la que tenemos en la actualidad. Y sobre las retribuciones de algunos políticos, ahí le doy la razón, ya que muchos de ellos debieran sentirse avergonzados de lo que perciben, mientras hay gente que las pasa canutas para llegar a final de mes. También es un sarcasmo el pensionista que percibe una pensión muy superior a la normal, si la comparamos con la de la gran mayoría, y ahora despotrique de lo que hemos ganado, entre todos, con tanto sacrificio, con huelgas salvajes, manifestaciones, como por ejemplo: para que pueda escribir su opinión libremente de la manera que lo hace en sus escritos.